Los trabajadores vivimos bajo una dictadura de los patrones en las empresas. Estos vienen cometiendo grandes y repetidos abusos contra nuestros derechos, sin que los trabajadores podamos ejercer nuestro derecho a organizarnos en sindicatos para defendernos.
Esta dictadura lleva décadas de mantenernos divididos y desorganizados y cualquier intento es siempre reprimido con maniobras, amenazas o despidos. Debido al altísimo desempleo y a la ausencia de sindicatos, al patrón le resulta fácil, y muy rentable, mantener esta dictadura. Prueba de la efectividad de esta dictadura es como solo 5 de cada 100 trabajadores cuenta con un sindicato para defender sus intereses. El resultado de esto ha sido que:
Se violen repetidamente nuestros derechos laborales más básicos: En nuestro país solo 4 de cada diez trabajadores ve cumplidos todos sus derechos laborales mínimos por su patrón.
Se congelen nuestros salarios y se sacrifiquen nuestros empleos para salvar las ganancias de los empresarios en la crisis: Las empresas vienen echando gente a la calle para abaratar costos y seguir llevándose grandes ganancias en medio de la crisis. No extraña que un 18% de los trabajadores, (450 mil) estén sin trabajo.
Se discrimine a los trabajadores mujeres y nicaragüenses pagándoles menos salario en tareas iguales y dándoles menos derechos: Actualmente las mujeres trabajadoras se les paga un 26% menos salario que los hombres trabajadores. Los trabajadores nicaragüenses que ganan entre un 25% y un 35% menos.
Se arriesgue nuestra salud en el trabajo y nadie se haga responsable por los accidentes laborales: muchos trabajadores no son asegurados contra riesgos de trabajo ni en la CCSS por su patrón y sus empresas no velan por la prevención de accidentes laborales. Debido a esto los trabajadores sufrimos enfermedades y accidentes a diario sin que nadie se haga responsable por las consecuencias físicas y económicas de los daños a nuestra salud.
No exista una voz independiente de los trabajadores para participar en las decisiones políticas y económicas del país: Sea a nivel de negociaciones salariales, como para cualquier clase de reforma (pensiones, salud, código de trabajo, fiscal) la representación de los trabajadores es nula debido a la inexistencia de sindicatos. En cambio a otros sectores como empresarios, estudiantes, y profesionales, sí se les permite estar organizados y logran por ello hacer escuchar sus reclamos para que se les dé una solución.
Los trabajadores necesitamos conquistar la libertad para organizarnos sindicalmente y poder combatir con nuestras propias fuerzas organizadas todos estos abusos sobre los que se basan las grandes ganancias de los empresarios. No solo necesitamos, sino que somos capaces de presionar y negociar colectivamente la defensa de nuestros puestos y mejoras en nuestros salarios y derechos. A continuación nuestra propuesta:
Apoyo total a toda huelga y movilización que busque la defensa de los derechos laborales y el reconocimiento de sindicatos: pondremos a nuestros diputados a trabajar en defensa de los trabajadores, apoyaremos sus huelgas y reclamos e impulsaremos la organización de sindicatos independientes.
Una Asamblea Nacional Constituyente que elimine las leyes antisindicales , e impulse y proteja el derecho a organizar sindicatos, convenciones colectivas y a la huelga: los arreglos directos y comités permanentes han sido medidas creadas y usadas por los patrones para crear sustitutos de los sindicatos sin vida propia ni independencia del patrón. Además se han mantenido prohibiciones al derecho de huelga en sectores como la salud que es necesario eliminar.