Recientemente el gobierno anunció que impulsará la vía rápida a un nuevo borrador de Ley de Empleo Público basado en el 19.506 de la liberacionista Sandra Piszk y elaborado por varias bancadas legislativas, incluida la del PAC.
Sumado a este proyecto de salario único, el gobierno también está negociando con el bloque de Liberación y la Unidad la vía rápida para el aumento de 15% en el impuesto de ventas conocido como Impuesto sobre el Valor Agregado.
Si bien las conversaciones están en curso, el mismo De Santi, jefe de la bancada liberacionista, anunció en Amelia Rueda que casi tendrían los 38 votos.
Esta iniciativa echa por tierra la ruta de conciliación legislativa que el Frente Amplio había acordado con el PLN y el PAC y que había festejado como gran victoria.
Dicha ruta supuestamente conduciría a aprobar mayores impuestos a los ricos antes que cualquier ataque a los empleados públicos o aumento de impuestos al pueblo.
El nuevo proyecto liquida en el mediano plazo las conquistas salariales de los empleados públicos. No solo las reduce considerablemente, sino que dicta una sentencia de muerte para la estabilidad de las convenciones colectivas y los mismos “pluses”.
Convierte las convenciones colectivas en un contrato de 5 años y posibilita su eliminación luego de un mes vencida su vigencia. Pluses como las anualidades y la dedicación exclusiva se convierten en beneficios de contrato con posibilidad de ser removidos unilateralmente por el gobierno.
Ante el hecho el partido Frente Amplio denunció al PAC por romper su supuesto compromiso de no apoyar estos proyectos y de primero discutir una reforma fiscal progresiva, al tiempo que anunció una tímida oposición de corte legislativo a la vía rápida.
Lo que hipócritamente no reconoce, es la colaboración que la misma Patricia Mora prestó a la elaboración de una propuesta de Ley de Empleo Público junto a Sandra Piszk y otros diputados basada en el mismo 19.506 durante meses. En los que afirmaba:
“(Ese proyecto) sí busca consensuar con todos los sectores sociales y esa negociación nos parece valiosa y oportuna; es la que se debe repetir en todos los proyectos de ley” (Nación, 12 de Mayo).
Hoy esa confianza que la diputada del FA prestó a los diputados de estos partidos pro empresariales se convierte en cuchillo para el pescuezo de los sindicatos y la defensa de las conquistas de los empleados públicos.
Aún hoy, que el Frente Amplio asegura que opondrá al proyecto, la misma Mora insiste en “abrir vías de negociación con Liberación y la Unidad” (elmundo.cr, 5 de Octubre).
Mientras tanto, a nivel del movimiento sindical, Albino Vargas, Secretario General de la ANEP y vocero del Espacio de Unidad de Acción, que engloba a la ANEP, Sintrajap, APSE, los sindicatos del ICE y la Rerum Novarum, afirma que seguirán “apostando a los diputados amigos en el seno del Parlamento como una primera medida de contención” y habla de una huelga indefinida sin discutir fechas, con el objeto de aguantar hasta mayo 2017, donde según él “no se aprobarán los impuestos”.
El Bloque Unitario Sindical y Social Costarricense (BUSSCO), que aglutina a UNDECA, la ANDE y el SINDEU, si bien muestra más distancia del Frente Amplio, pospone el llamado a la huelga al día de entrada del proyecto en el plenario legislativo, obviando que los partidos políticos empresariales están terminando de cerrar el trato en contra de los trabajadores públicos.
Como Partido de los Trabajadores declaramos nuestra total oposición a ambos proyectos.
Llamamos al funcionariado público a abandonar toda esperanza en la vía parlamentaria y de colaboración con el gobierno defendida por el Frente Amplio y las dirigencias sindicales como salida a este conflicto.
Es necesario exigir a las dirigencias la convocatoria inmediata a espacios democráticos y unitarios que voten un plan escalonado de huelga y movilización con el objetivo de derrotar los proyectos.
Si el Frente Amplio quiere demostrar su apoyo a los trabajadores debe boicotear el plenario legislativo y retirar todo su apoyo al gobierno. Esto debemos planteárselo a todos sus simpatizantes.
Para finalizar, estamos convencidos de que no solo los trabajadores públicos deben salir a luchar, hoy toda la clase trabajadora está bajo brutales ataques del gobierno y los empresarios que está enfrentando dividida.
Los trabajadores debemos tener claro que una derrota de los sindicatos del sector público allanará el camino para más y peores ataques contra todos. Los trabajadores del estado deben ser conscientes de que esta batalla, ni ninguna otra, se sostiene sin ganar como aliados a los trabajadores del sector privado, gran mayoría de la clase.
Sólo un programa que le haga frente a todos los ataques y no solo a los que atañen al sector público; y que además levante reclamos sobre las necesidades más sentidas del pueblo trabajador podrá generar la unidad que se necesita en la clase trabajadora para hacerle frente a los ataques de la burguesía y sus partidos.
Este programa debe asumir banderas de lucha como: verdaderos aumentos salariales, sindicatos y convenciones colectivas para la empresa privada, freno a los recortes presupuestarios y a las alzas en el costo de la vida, cese en los pagos de la billonaria deuda pública generada por los privilegios fiscales a las empresas, aumento de impuestos a las mismas, etc.
Desde ese programa es que nuestro partido exigirá y construirá un verdadero plan escalonado de huelga y lucha para hacerle frente al salario único.