El jueves 20 de mayo se realizó un mitín frente a la Caja convocado por el Bloque Unitario Sindical Costarricense (BUSSCO) contra el aumento de la cuota obrera a las pensiones de la clase trabajadora. Hoy la ANEP de Albino Vargas también se movilizará por la misma razón.
El llamado a la lucha contra este nuevo ataque es correcto y como Partido de los Trabajadores participamos de lleno de ambas jornadas de lucha, pero creemos que hace falta fortalecer las medidas de presión y romper de una vez por todas con la concertación y el aislamiento que hasta la fecha han tenido las cúpulas sindicales en relación con el gobierno y los patronos.
Otro ataque contra la clase trabajadora
El año pasado se anunció que a partir de junio de 2017 los trabajadores tenemos que pagar un 1% más en la cuota de nuestra pensión. Esto significa que ya no nos van a rebajar 8,324, sino 11,256 colones cada mes de la orden patronal en el rubro de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM). A nivel de todo este sistema IVM, significará un aumento de 30%.
La Presidenta de la CCSS, María Rocío Sáenz fue una de las responsables directas por este aumento, al imponerlo sin ningún tipo de consulta y con el beneplácito de las cámaras empresariales. Según anunció la misma Sáenz, amparada en el estudio actuarial de la UCR, esta es solo una medida, ya que atrás vienen más aumentos a la cuota obrera, subir la edad de jubilación y disminuir el reconocimiento salarial que se hace de las pensiones.
El aumento en la cuota obrera a las pensiones de la CCSS es a todas luces una medida antipopular que busca seguir cobrándole a los trabajadores el déficit fiscal que ocasionaron los distintos gobiernos burgueses, así como el empresariado nacional y extranjero.
Este ataque se suma a toda una política de perjudicar las condiciones de vida de la clase trabajadora, junto con la política de congelamiento en los salarios, ataques a las convenciones colectivas o los constantes aumentos en el precio del combustible y los servicios básicos.
El gobierno Solís, que en su campaña propuso cambios en favor del pueblo, resultó ser igual de capitalista que todos los demás. En tres años de mandato siempre ha buscado defender los negocios de banqueros y empresarios, prueba de ello es que se sigue evadiendo impuestos, regalándole dinero público mediante la banca para el desarrollo y entregando en concesión los puertos y carreteras.
Ante esta situación la respuesta de las dirigencias sindicales y el Frente Amplio ha sido confiar en las mesas de diálogo que propuso el gobierno y sacar de la calle la indignación de la clase trabajadora contra las medidas de ajuste.
El aumento de la cuota obrera se impuso de un solo golpe, y tuvieron que pasar casi seis meses desde que se anunció la medida para que se realizara el primer mitín. Este es solo un nuevo ejemplo de cómo la confianza en el gobierno se traduce en desmovilización y en allanar el camino a ataques contra el pueblo como este.
Recordemos lo que pasó con los puertos de Limón, que pese a todos los intentos por desmontar la lucha esta permaneció por casi 10 años. Con el gobierno del PAC y gracias al rol mediador del Frente Amplio se dio la entrega final de Moín a la empresa imperialista APM.
Gracias a la política conciliadora de las dirigencias sindicales de Patria Justa, Undeca, APSE, entre otras, se ha podido mantener el congelamiento salarial, atacar las convenciones colectivas y aprobar una reforma procesal laboral que limita seriamente el derecho a huelga.
El aumento de la cuota obrera perjudica seriamente a los trabajadores del sector privado, quienes son más vulnerables debido a la dictadura patronal que prohíbe la formación de sindicatos. Las cúpulas sindicales han preferido defender la concertación con el gobierno, y no construir desde las bases una resistencia común entre trabajadores públicos y privados para defender la creación de sindicatos sin represión en la empresa privada.
Con respecto al tema de las pensiones, Albino cuestionó al gobierno por no hacer caso a la homilía del 1 de mayo y mantener el aumento en pensiones, y prometió que si no se echaba para atrás convocaría a una huelga indefinida. Como ya es costumbre de este y otros dirigentes sindicales, estas son solo amenazas porque su verdadera intención es presionar al gobierno para que los incluyan en la mesa de negociación. Es decir, no salirse de la política de diálogo con el gobierno y ayudar a implementar los ataques contra el pueblo pobre.
La concertación fortalece al gobierno y a los empresarios porque se avanza en la entrega de conquistas, como con las leyes de empleo público que hoy están más vivas que nunca en la Asamblea Legislativa. A su vez se mantienen los privilegios fiscales como el régimen de zona franca, la evasión fiscal y los bajos salarios del sector privado.
A su vez debilita al movimiento sindical y popular porque las pocas luchas que hay se dan de forma aislada y con muy poca participación de las bases, lo que facilita el camino al gobierno para imponer sus ataques.
¡No al aumento de la cuota obrera! ¡Fuera María del Rocío Sáenz!
Desde el Partido de los Trabajadores decimos NO al aumento a la cuota obrera y a cualquier otra medida que atente contra nuestras pensiones. Los trabajadores no tenemos por qué cargar con los costos del déficit fiscal que ocasionaron los empresarios y los políticos corruptos. También exigimos la renuncia de María del Rocío Sáenz que está ahí para debilitar a la CCSS y defender los intereses de los ricos que quieren seguir con su fiesta de evasión de impuestos y cargas sociales.
Si bien saludamos y participamos de estas movilizaciones, también exigimos que las dirigencias sindicales rompan el diálogo con el gobierno y preparen la lucha unitaria desde las bases en conjunto con los trabajadores y sindicatos del sector privado.
Le proponemos a las dirigencias sindicales a convocar de forma inmediata a una asamblea nacional de trabajadores para discutir de forma democrática las medidas de lucha a tomar sobre el tema de pensiones y que contribuya a preparar una huelga general indefinida hasta que se entierre este y todos los proyectos que atacan al pueblo pobre.
Creemos que solo de la mano de la movilización y de la más amplia unidad en la lucha entre los trabajadores públicos y privados podemos defender nuestros derechos fundamentales, como lo es el de una pensión digna.
Como PT, en el marco del llamado a la unidad y la lucha, proponemos lo siguiente: fundar sindicatos en la empresa privada para luchar por aseguramiento y pensiones dignas. Embargo a los bienes y ganancias de empresarios y evasores para reponer el fondo de pensiones; aumento en el impuesto de la renta a las grandes empresas que financie la seguridad social. Empleo digno para todos, jornada laboral de 40 horas sin rebaja salarial. Aumento escalonado en las pensiones hasta equipararlas con el 100% del salario.