El 17 de mayo se conmemora la eliminación de la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales por parte de la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que tuvo lugar el 17 de mayo de 1990, con el objetivo principal de coordinar todo tipo de acciones que sirvan para denunciar la discriminación de que son objeto las personas homosexuales, lesbianas, bisexuales, trans e intersexuales y para hacer avanzar sus derechos en todo el mundo.
Lamentablemente en nuestro país este no es un tema resuelto. La primera muestra de la discriminación e invisibilización de la población LGBTI se da con el hecho que no se cuenta con estudios o censos para tener un estimado del tamaño, composición, distribución geográfica, condiciones, situación y necesidades reales de esta población en Costa Rica. Según un informe del 2013 dado por la CCSS para la Asamblea Legislativa, se estimaba que existían unas 54 mil parejas homosexuales. Y el CIPAC (Centro de Investigación y Promoción para América Central de Derechos Humanos) indica que entre un 5% a un 7% de hombres se definía como gay.
Además, uno de los escenarios donde más se dificulta manifestar la orientación sexual es en asuntos laborales, debido a las implicaciones que esto conlleva, desde la dificultad para conseguir empleo, hasta ser despedidos o sufrir discriminación o rechazo, pues aproximadamente el 28% de los trabajadores ha presenciado en su centro de trabajo algún tipo de discriminación o agresión por orientación sexual o identidad de gén, según un estudio de la OIT.
Es necesario retomar las calles
En el 2014, tras la elección de LGS se generaron nuevas esperanzas para que se cumplieran algunas exigencias y demandas en relación con el reconocimiento del matrimonio de las parejas del mismo sexo y el reconocimiento de la identidad de género de la población trans, apostando que entre las instituciones gubernamentales y las intenciones del gobierno se iba a avanzar en esta agenda. Hoy, después de 4 años dichos avances han sido insuficientes y dentro de los grandes logros atribuidos es la opinión consultiva #24 a la CIDH, la cual en enero se declaró a favor del tema. Pero a partir de ahí el Poder Ejecutivo no tomó dicho pronunciamiento como un decreto, sino que lo pasa a la Sala IV y al TSE para que determinen las medidas vinculantes ante el fallo, pero posteriormente ambas instituciones dictaminan que es el Ejecutivo el responsable de darle curso. Mientras tanto, habemos miles de personas siendo burladas y viendo mancillados sus derechos humanos en medio del desempleo, el maltrato y la discriminación.
El 08 de mayo del año en curso, para muchos se vuelve abrir una ventana de esperanza de que el PAC, ahora bajo la representación de Carlos Alvarado y después de promesas a medio decir, se tome con seriedad las exigencias de la población LGBTI del país, más aun que se cuenta con un representante abiertamente homosexual de ese partido en el plenario legislativo. Pero a tan solo 6 días de la toma del poder, el TSE se pronuncia diciendo que se va a eliminar de la cédula de identidad el dato relacionado con el sexo registral, como una medida que únicamente es un parche a un tema de fondo relacionado con el derecho de la población trans a que se le reconozca el sexo vivido, sentido y decidido, pues este dato no se va a cambiar de los registros. Al mismo tiempo, una vez más el Tribunal aduce que no es competencia de ellos tomar ninguna decisión sobre el matrimonio igualitario, lanzando la responsabilidad a otros organismos del estado para continuar con un juego de nunca acabar.
Lo que si tiene muy claro el gobierno y la institucionalidad es la negociación con Piza, con el Partido Restauración Nacional y el empresariado para aplicar el plan fiscal y otra serie de medidas que desfavorece enormemente a los trabajadores, dejando en mayor vulnerabilidad a la población sexualmente diversa y sus sectores más sensibles.
Por eso el PT hace un llamado a los activistas y se pone al servicio de ello para retomar la organización y la lucha en las calles, pues estamos convencidos que la discriminación es uno de los mecanismos utilizados por el capitalismo para dividir a la clase trabajadora, siendo estas falsas divisiones que desvían nuestra atención de quienes nos explotan. Y para acabar completamente con la opresión es necesario poner fin a la explotación a través de una transformación radical de la sociedad capitalista y la construcción del socialismo.
Por una legislación que garantice la igualdad de derechos y que combata efectivamente la discriminación.
¡Matrimonio Igualitario YA! Con extensión de todos los derechos concedidos a las parejas heterosexuales.
Por el derecho al cambio de sexo registral a la población trans en documentos, órganos públicos y privados, centros educativos, trabajo y sistema de salud. ¡Por el reconocimiento de la Identidad de Género YA!
Contra la persecución, humillación y discriminación sufridas por la población LGBTI.
Contra el despido de trabajadores por su orientación sexual y por el cupo laboral trans.
Por la organización de los LGBTI en los sindicatos, fábricas y fincas para el combate de la LGBTIfobia.