El final de verano llegó con una estampida de alzas que golpea el bolsillo de los de abajo: luz, agua, pasajes de autobús y de tren urbano, combustible, canasta básica, prestamos. En todos estos servicios y bienes hemos visto aumentos acelerados que van del 6% hasta el 123% en los primeros cuatro meses del año. Todas estas alzas repercuten directamente sobre el bolsillo de los trabajadores y forman parte de las medidas para hacer pagar a la clase trabajadora por los efectos de la crisis económica mundial.
Alzas para los empresarios, garrotazo para el pueblo
Quizá el mejor ejemplo de la factura contra el pueblo son los ajustes tarifarios del ICE. Recientemente la institución estatal anunció que “Las viviendas tendrán un ajuste del 0,76% en sus recibos, mientras las cuatro compañías con mayor consumo eléctrico obtendrán una rebaja del 16,18%.” (La Nación, 25/04/2012). Grandes compañías como INTEL vienen presionando para que les bajen las tarifas, pese a tener ya precios muy favorables y un servicio de alta calidad brindado por el ICE.
Variación de tarifas Propuesta del ICE |
|
Sector |
Ajuste |
Residencial |
0,76% |
Comercio e Indus. |
0,76% |
Social 0,76% |
0,76% |
Media tensión (¢) |
0,76% |
Media tensión ($) |
-7,86% |
Grandes consumidores. |
-16,18% |
La receta es muy clara: a los grandes les bajan los costos y a los pequeños y medianos consumidores nos hacen pagar esa rebaja. Esta situación se va a agravar en el sector eléctrico que pretende desmantelar para favorecer la generación privada y el lucro de la de energía eléctrica al ICE. Los empresarios ganan por partida doble: exigen rebajas en la energía que consumen y lucran con la venta de energía privada mientras los consumidores pagamos la factura.
Situación similar se presentan con los servicios de transporte, donde la ARESEP viene implementando medidas de ajuste para favorecer al sector empresarial, tomando como referencia el alza en costos de operación de los autobuseros y en los insumos utilizados por las empresas para dar servicio (aceite, llantas, neumáticos y líquido de frenos). Es decir, a los empresarios que lucran con el transporte público y que violentan las más elementales normas de calidad y de respeto a los derechos laborales se les premia garantizándoles el negocio de ganar y ganar con ajustes automáticos, mientras a nosotros nos siguen condenando con alzas que representan entre 75 y 600 colones de más por cada pasaje sólo que lo que va del año.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), durante marzo, fecha en la que entró a regir sólo una parte del alza de más de 100 colones en cada litro de gasolina, la inflación prácticamente se duplicó, lo que conlleva aumentos generalizados en todo lo que la clase trabajadora necesita para subsistir y para reproducir su fuerza de trabajo.
El panorama se vuelve bastante gris si a todo lo anterior le agregamos el Decreto Presidencial para reducir las exenciones de impuestos a la canasta básica y los aumentos en la tasas de interés que pagan los trabajadores que tienen prestamos.
Congelamiento de precios y aumento automático de salarios: ¡Abajo el lucro capitalista!
El capitalismo mantiene una lógica de lucro que condena al hambre y la miseria a cientos de miles de trabajadores. El desempleo, el deterioro en las condiciones de vida, la reducción salarial y el aumento de la explotación son las recetas clásicas de la burguesía para enfrentar las crisis del capitalismo
Los trabajadores marxistas también hemos construido nuestro programa para enfrentar la crisis desde nuestros intereses de clase. El congelamiento inmediato de las alzas y el control de precios desde las organizaciones obreras y populares, además de ajustes automáticos de salarios conforme se dispara la inflación son exigencias que la clase trabajadora debe levantar.
Las tarifas y el costo de los productos deben ser definidos por los trabajadores que producen la riqueza y no por los capitalistas que viven del trabajo de otros y que se aseguran sus intereses a través del Estado.
Los trabajadores dentro del capitalismo enfrentamos una lucha permanente por el salario, por lo que levantamos la exigencia de ajustes automáticos de salarios cada vez que aumenta el costo de los bienes y servicios que consume la clase trabajadora. Los propios capitalistas cada vez que aumentan los costos de las materias primas corren a aumentar los precios, los trabajadores exigimos que la lógica sea ajustar nuestros salarios automáticamente para enfrentar el encarecimiento del costo de la vida.
¿Quién levanta la voz de los trabajadores?
Pese a la indignación que genera el atraco de las tarifas y el congelamiento de salarios, los trabajadores en su gran mayoría no tienen desde donde resistir o alzar la voz en defensa de sus intereses. El Partido de los Trabajadores se ha planteado servir de instancia de organización de la clase trabajadora para enfrentar la crisis del capitalismo y luchar por una salida socialista que garantice la liberación definitiva de la explotación a la que nos condena este sistema.
Desde nuestro partido señalamos la urgencia de que las organizaciones sindicales levanten un plan de lucha para enfrentar las medidas anti populares del empresariado y del gobierno que los representa. La lucha contra el aumento del costo de la vida es una lucha de toda la clase trabajadora, por lo que los trabajadores organizados en sindicatos son los primeros llamados a encabezar esta pelea.
Planteamos además que la crisis del capitalismo reafirma la necesidad de que la clase trabajadora tenga su propio partido, desde donde resistir al capitalismo y luchar por su transformación. Ningún partido del empresariado, ninguna organización del Estado va a garantizar nuestros intereses, como lo dijese Marx hace más de dos siglos: “la liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos”.
Recomendamos:
Juan Luis Guerra – El Costo De La Vida En: http://www.youtube.com/watch?v=5BUB7tjUDLM