Ante el caso de la destitución de la viceministra de Juventud, Karina Bolaños, se ha generado una amplia campaña de solidaridad fundamentalmente a través de las redes sociales y de repudio a la posición asumida por el gobierno. Sobre este hecho queremos referirnos desde Lucha Mujer, dejando en claro dos argumentos importantes que explican nuestra posición y desde los cuáles quisiéramos dialogar con el activismo feminista, la militancia de izquierda y todas las demás personas interesadas en esta polémica.
El primero: Denunciamos de manera tajante la posición del gobierno y su acción hipócrita, misógina, machista y de doble moral expresada en esta destitución. Tan solo durante este periodo gubernamental han sido 14 jerarcas del gobierno quienes han enfrentado amplios cuestionamientos públicos, siendo el caso de corrupción más reciente el de Lieberman y Garnier, donde la presidencia no sólo los mantuvo en sus respectivos puestos sino que además decidió jugarse a fondo su defensa aun cuando eso costara el atraso de proyectos en la Asamblea Legislativa y tuviera a la opinión pública en su contra. En otros casos como el de Óscar Nuñez, quien fuera presidente del AyA, fue éste quien renunció luego de que realizara un viaje a México con una funcionaria con quien sostenía una relación, pero Chinchilla ahí sí estuvo dispuesta a brindarle tiempo y declaró ante su renuncia: “Íbamos a esperar los resultados (de la Procuraduría de la Ética) para tener más garantías de imparcialidad”. Evidentemente, en la escala de valores desde los cuales gobierna la presidenta los efectos morales que enrojecen las caras hipócritas y mojigatas es más importante que la apropiación indebida de los recursos públicos que nos pertenecen a todas y todos.
El segundo: No compartimos la campaña de apoyo a la ex viceministra que ha circulado bajo la consigna “Todas somos Karina”. Tenemos diferencias de fondo con los planteamientos de la misma, precisamente porque creemos que no todas somos Karina.
En varias ocasiones, y en unidad con muchas feministas que hoy encabezan esta campaña, hemos venido defendiendo el derecho de las mujeres de decidir sobre nuestros cuerpos y nuestra sexualidad. La defensa de este derecho básico para las mujeres se ha expresado en concreto en nuestra participación en campañas, marchas, foros, publicaciones y otras acciones en defensa de un Estado laico, en apoyo a la fertilización in vitro, por la despenalización del aborto, en contra de la violencia hacia las mujeres, en apoyo a la legislación que protegen las relaciones de parejas del mismo sexo, y un largo etc.
También hemos reiterado que un gobierno dirigido por una mujer de la burguesía no hace la diferencia para las mujeres trabajadoras. En la misma campaña electoral de la actual presidenta, decíamos “Laura no nos representa”. En ese momento decíamos, porque sería continuidad de los gobiernos anteriores y aplicaría las mismas políticas de explotación y de opresión contra nosotras. Nos quedamos cortas en ese momento, hoy añadiríamos, porque ha sido la mejor guardiana de las políticas misóginas, machistas y fundamentalistas que han significado un retroceso en materia de libertades democráticas de las mujeres.
Al igual que no nos representa Laura, no podemos ser Karina, porque ella representa ese mismo poder burgués y patriarcal, que explota y oprime a la gran mayoría de mujeres de este país. Como ficha política del PLN, que ha sido desde hace varios años, es co-responsable de la feminización de la pobreza, del descalabro de la seguridad social, de la apertura- privatización de los servicios públicos, del aumento del desempleo y subempleo femenino, y muchas otras políticas que caen en las espaldas y han costado incluso la vida de muchas mujeres pobres de este país.
Por esa razón, aunque estamos en contra de este nuevo atropello de Laura Chinchilla, que sólo expresa los extremos a los que puede llegar en su reaccionaria política, cada vez más apegada a los fundamentalistas religiosos; aunque estemos en contra de toda acción que violente nuestro derecho a vivir plenamente, como quiera y con quien quiera nuestra sexualidad; no participamos en esta campaña personalizada de solidaridad y apoyo a una mujer que aunque hoy es una víctima, es parte de la clase que combatimos y ha sido copartícipe y cómplice de este gobierno, siendo su promotora y agente ante la juventud. Hasta el día de hoy, ella misma no se ha pronunciado en contra del gobierno, ni mucho menos ha tenido una ruptura política con el PLN, sigue siendo parte de esa estructura que se ensaña día a día en contra de las mujeres y de la clase trabajadora.
Por eso tampoco apoyamos la participación en la marcha convocada para este 11 de agosto, en defensa de la figura de Karina Bolaños. Nos solidarizamos y salimos en defensa de las mujeres despojadas, amenazadas y ultrajadas por este gobierno, en apoyo a las mujeres de Medio Queso que están luchando por la tierra, en apoyo a las mujeres que encabezaron la lucha contra Crucitas, a las mujeres que luchan porque se nos permita el acceso a la Fecundación In Vitro, a las mujeres que luchan por la despenalización del aborto, pero nunca en apoyo a quien durante seis años ha sido parte de la promoción de estas políticas neoliberales y patriarcales.
Esta movilización se convoca en nombre de “la defensa de la igualdad, equidad y respeto a la imagen de la mujer costarricense”, pero para que haya igualdad, equidad y respeto para nosotras es estrictamente necesario que acabemos con este modelo que nos oprime, no abogar por la defensa de sus representantes. Nuestra solidaridad y nuestra lucha está con las mujeres pobres y trabajadoras. Ellas no son Karina.
Desde Lucha Mujer y el PT seguiremos luchando por la libertad sexual, el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, el Estado laico, pero no bajo el nombre de una opresora más.
¡Por un Estado laico sin concordato!
¡Contra el gobierno machista y neoliberal!