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Estado laico y derechos de las mujeres no pueden esperar

  • Extracto de la carta de nuestra ex candidata a la vicepresidencia Jéssica Barquero a la actual vice presidenta Ana Helena Chacón

Me dirijo públicamente a su persona, porque compartimos varios debates entre candidatas a la vicepresidencia. Recuerdo muy bien las expectativas que generaba en muchos sectores su compromiso anunciado y que parecía serio en relación a la defensa de los derechos de las mujeres, de la población LGBT y la lucha por un Estado Laico. Aunque tuvimos muchas diferencias en el enfoque de estos temas, principalmente por mi visión clasista de los mismos y mi convicción de que en el sistema capitalista los avances en estos temas siempre iban a ser parciales y para las clases privilegiadas, sí había una coincidencia en la necesidad de seguir peleando y defendiendo estos derechos.

 

Hoy usted es Vicepresidenta, de un gobierno que lejos de dar pasos concretos hacia el avance en estos aspectos antes señalados, cada día se muestra más comprometido con los intereses fundamentalistas, dando continuidad a las políticas de los gobiernos anteriores. Nos referiremos específicamente a tres noticias recibidas este 29 de julio, que ponen en evidencia una vez más las contradicciones del gobierno del Partido Acción Ciudadana y su discurso en época de campaña.

En primer lugar, la no incorporación por parte del Ejecutivo de los proyectos de Fecundación In Vitro ni Sociedades de Convivencia en el orden del día de las sesiones extraordinarias de la Asamblea Legislativa. En segundo lugar, el Ministro de la Presidencia junto con los diputados cristianos y representantes del Ministerio de Salud, reactivaron una comisión donde se analizará la situación de los 1500 templos que operan en el país sin permiso del Ministerio de Salud. Y en tercer lugar, el Ministerio de Educación Pública incluyó en las pruebas de bachillerato en Composición y Ortografía, como uno de los 4 temas a desarrollar “La vida, un regalo que debe defenderse desde el vientre materno”. De esta manera el MEP le ofrece un espacio privilegiado de propaganda ideológica entre la juventud a todos los sectores fundamentalistas religiosos, los que anteponen “los derechos” de un embrión a la vida de las mujeres.

Me permito recordarle algunas de sus promesas, y hacerle algunas preguntas que nos permitan entender dónde han quedado.

En una entrevista en canal 15, realizada el 25 de febrero de este año, usted decía “Las políticas públicas deben dictarse desde el gobierno y se deben dictar basadas en los derechos humanos, en el bienestar común y no necesariamente en el dogma religioso de la persona que está dictando esa política pública”. ¿Estuvo presente este criterio a la hora de elaborar el examen de bachillerato o a la hora de “corregir” a la Ministra de Salud que intentó eliminar tratos privilegiados con las iglesias?

En la campaña electoral usted decía que “el tema de la maternidad de la mujer es un tema que tenemos que ver sin vendas, sin prejuicios y sin dogmas para que las mujeres vivan en libertad”, sin embargo hoy son miles de jóvenes que reciben información contraria al derecho a decidir de las mujeres sobre sus cuerpos. Un gobierno que se proponga el vivir en libertad de las mujeres debería garantizar que las y los jóvenes reciban una educación laica, que aprendan a desarrollar temas basados en el respeto del cuerpo de las mujeres. Si de sexualidad y reproducción se trata, más importante hubiera sido que escribieran sobre los embarazos adolescentes que es una problemática real, dramática y urgente en esa población. Tal y como usted misma lo planteaba hace unos meses, es una necesidad “apoyar políticas claras en materia de salud sexual y salud reproductiva”.

Y a propósito del “vivir en libertad de las mujeres”, si el proyecto de FIV no se convoca en sesiones extraordinarias, que es cuando pueden imponer su agenda, ¿hasta cuándo seguirá el gobierno postergando el derecho de las mujeres que están esperando se legalice esta práctica, para poder ser madres?

Yo no fui una de las que me alegré con ver ondeando la bandera de la diversidad en la Casa Presidencial, porque para mí los actos publicitarios no valen de mucho, pero reconozco las esperanzas de muchas personas que creían que el gobierno del PAC iba a representar un cambio con respecto a los proyectos políticos anteriores. Pero de izar banderas nunca pasamos. Y peor aún, hoy el gobierno donde usted es vicepresidenta, vuelve a postergar también el proyecto de Sociedades de Convivencia de las personas de mismo sexo, demostrando una vez más en este corto periodo, que es un gobierno que antepone la estabilidad del status quo empresarial y confesional al bienestar de los sectores más oprimidos.

Yo no tenía grandes expectativas con este gobierno, no creí en el cambio que proclamaron, pero sí me preocupa que ni siquiera en temas básicos de Derechos Humanos el gobierno, y en particular usted como vicepresidenta que se reconoce feminista, sean capaces de enfrentar y ponerle frenos al sector más conservador de la política nacional.

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