Se cumplen los 100 primeros días del Gobierno de Luis Guillermo Solís, y si bien es cierto que 100 días es un periodo corto, el mandatario ha aprovechado el tiempo para demostrar el rumbo que seguirá en su gestión.
El triunfo de Solís en las pasadas elecciones, con un importante apoyo del pueblo, demostró un reclamo contra la miseria generada por décadas de gobiernos del PLN y el PUSC.
Sin embargo, esas ilusiones de cambio que muchos han depositado en el nuevo gobierno, hoy son pisoteadas por las políticas que recién empieza a impulsar Solís y su partido.
El presidente, en estos primeros 100 días demuestra su verdadera cara, en la que lejos de cumplir sus tímidas promesas de campaña, más bien aplica las mismas políticas de ajuste contra el pueblo trabajador. Veamos algunos ejemplos:
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Todas estas políticas, idas y venidas de discurso tienen una explicación. En el fondo el PAC no es distinto al PLN o la Unidad. Está formado por políticos de ambos partidos y gobierna a favor de los mismos empresarios para quien ellos gobernaron.
Su plan para conducir el país y “sacarlo” de la crisis es el mismo: que los ricos puedan seguir haciendo negocios a costa del estado y los trabajadores; mientras que los pobres pagan los costos de la crisis con más despidos, peores salarios, tarifazos, impuestos, deterioro de todo lo público, entre muchos otros.
La única alternativa: organizarse y luchar como trabajadores
“Dar más tiempo” para que Solís solucione los problemas de los trabajadores nos deja desarmados para luchar por las mejoras que se necesitan y defendernos de los mismos ataques de este gobierno. Ya hemos visto lo que nos dejó esperar cambios de este gobierno.
En el PT creemos que lo que se necesita es organización de los trabajadores para luchar contra los despidos, los tarifazos, los nuevos impuestos, los recortes. Por mejores salarios, por más plata para salud, para crear empleo, pensiones, educación, servicios públicos. Para defender nuestras condiciones laborales.
Luchas como la huelga magisterial, la de los vecinos de Barva en defensa de su agua, la de las comunidades que luchan por la vivienda son las que hoy marcan el camino.
Para eso fue que el Partido de los Trabajadores participó en las elecciones 2014. Para ser una herramienta independiente para la organización del pueblo trabajador. Una organización que que le sirva para luchar y no para esperar cambios de donde no van a llegar.