Día tras día aumentan los contagios de covid-19 en el país. Durante los últimos 2 meses se ha encendido una alerta por el aumento en los casos ubicados en el distrito de Pavas, en el cantón de San José.
El rápido aumento de los casos en esta localidad, así como la presencia de SARSCOV-2 (el virus responsable del Covid-19) en los alcantarillados, ha llevado a que el distrito esté en alerta naranja desde hace semanas, obligando a realizar pruebas masivas y siendo el cantón más afectado del país.
En el primer testeo a finales de junio se realizaron más de 1200 pruebas, para 85 mil personas que habitan el distrito. Días después, trascendió que un poco más del 4% de las pruebas realizadas dieron positivas, cifra que indicaba que aún no hay contagio comunitario ampliado.
Hoy a comienzos de agosto se acumulan un poco más de 1300 casos activos en el cantón según las estadísticas de la CCSS, siendo el distrito con más contagios del país. A esto se le suma que el número puede ser mucho mayor por los contagiados asintomáticos y por la falta de cobertura.
Una receta para un desastre
El abandono sistemático a la comunidad, la mala planificación urbana, el hacinamiento de la población, los malos alcantarillados, terminaron sentando las bases materiales para que una enfermedad pueda extenderse rápidamente en Pavas.
Pavas es un lugar estrechamente vinculado a la economía de todo el valle central. Aquí vivimos los dependientes de las tiendas, quienes trabajamos en los restaurantes, las empleadas domésticas, los obreros de construcción. Muchas de estas personas trabajadoras tomamos 1 o 2 buses para llegar al trabajo y luego otros dos de vuelta. Cada día nos toca exponernos en el transporte público, y en nuestros puestos de trabajo al no tener medidas de seguridad suficientes.
Cuando el empresariado se niega a aplicar una cuarentena con salario pago, para “proteger la economía”, son los trabajadores, como los habitantes de Pavas quienes realmente terminamos pagando. Somos quienes nos enfermamos y sobre quienes “cae el martillo”, mientras los grandes empresarios sanos disfrutan del baile y de los billetes.
El aumento en los contagios en pavas no puede ser una excusa para aumentar la represión policial en el lugar. Históricamente la forma en que se tratan los problemas entre la comunidad y las autoridades, es a través de la represión de los linces, del lanzamiento de gases, de los arrestos. Esta es una situación que para ser resuelta se necesitan médicos, personal de salud, no policías.
¡Nuestras vidas importan!
Por eso, como habitantes de Pavas y militantes del Partido de los Trabajadores, exigimos que se respeten nuestras vidas, que se garanticen todas las condiciones necesarias para cuidar nuestra salud.
Urge una cuarentena con salario pago, para no salir al trabajo donde podemos contagiarnos y podamos además mantener nuestros ingresos.
Que se reubiquen a las personas que habitan viviendas hacinadas. Hay espacio de sobra en los hoteles vacíos, en las casas y apartamentos desocupados, la propiedad privada no puede imponerse sobre la necesidad del pueblo de tener vivienda digna.
Más médicos para Pavas, Desamparados y las barriadas del sur, nuestro sistema de salud ya está rebasado. Antes del COVID la gente hacía fila por horas y desde la madrugada en el EBAIS, esperando ser atendidos. Ahora nos exponemos a las más crudas consecuencias de la desinversión en salud, hoy es más fuerte la amenaza que se saturen las camas de hospital y en especial las UCIs.
Por otro lado, un factor determinante en el aumento de los casos en Pavas, así como en otros lugares en el país, es la política xenofóbica del gobierno. Las orientaciones de no atender personas en condición migratoria irregular en los centros de salud, así como la negativa de las personas sin seguro a ir a la caja, hace que un sector que podría estar enfermando no vaya a ser atendido, continuando los contagios. Exigimos atención en salud sin importar nacionalidad o estatus migratorio.
Es urgente una desinfección de las cañerías y solución de los problemas de recolección de basura. la municipalidad debe solucionar estos problemas que hoy afectan Lomas y Rincón Grande
Como fue mencionado anteriormente, se encontraron trazas del virus en las aguas residuales. Las malas cañerías, que se rebalsan al llover son una amenaza constante, antes teníamos que preocuparnos por los excrementos humanos flotando en las calles, ahora además tenemos que preocuparnos por el coronavirus. Como si fuera poco la recolección en nuestro distrito es deficiente y un completo desastre.
Es hora que nosotros, los trabajadores, quienes verdaderamente hacemos salir al país adelante, defendamos una política que ponga como centro nuestra salud. A las grandes empresas no les ha bastado con pagarnos 4 migajas por el trabajo que realizamos, incumpliendo muchas veces las garantías sociales. Ahora quieren que seamos carne de cañón, en esta guerra que tienen contra el pueblo, para que seamos nosotros quienes paguemos por el virus.
Desde el Partido de los Trabajadores nos ponemos al servicio de las organizaciones vecinales, sociales y sindicales, para llevar adelante un plan para salir de la crisis del covid y que sean los empresarios quienes paguen por la crisis.