La Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos condenó a 22 años y 15 días de cárcel a Juan Varela Rojas,acusado por el asesinato del líder indígena Brörán de Térraba, Jehry Rivera Rivera en febrero de 2020, como parte de un proceso de recuperación de tierras en la zona indígena de Térraba.
Tanto el Ministerio Público como la parte querellante pidieron la pena máxima de 35 años para Varela por el delito de homicidio calificado, 4 años por portación ilegal de arma y 30 días por amenazas.Adicionalmente, solicitaron prisión preventiva al considerar que existe peligro de fuga.
Aunque este último punto sí se concedió, la pena recibida fue mucho menor: 22 años y 15 días. La defensa de Varela Rojas refutó la petición del Ministerio Público al plantear que cometió el crimen en legítima defensa.
Rivera, quien junto con Sergio Rojas y cientos de activistas indígenas resisten los embates de los terratenientes, recibió cinco disparos por la espalda.
El mismo Luis Eduardo Varela el crimen en una actividad oficial en la Escuela Rogelio Fernández, en Buenos Aires de Puntarenas, el 17 de agosto del año anterior. “Yo fui el que lo maté” afirmó Varela lleno de orgullo y emoción, tal como se pudo ver dicho acto transmitido en la red social Facebook de la Radio Cultural Buenos Aires.
Desde el Partido de los Trabajadores celebramos que el autor material del crimen haya sido condenado a prisión. Sin embargo, la pena debió haber sido mucho mayor dada la alevosía con que operó Varela, quien no tuvo reparos en mostrarse orgulloso por haber sido el homicida.
Esta sentencia sin duda es un golpe a los terratenientes de la región Térraba quienes desde hace muchos años vienen aplicando métodos criminales contra los activistas y dirigentes de las personas recuperadoras, ante la vista y paciencia de las autoridades policiales y los distintos gobiernos.
Por eso creemos que todo el peso de la ley debe caer no solo hacia el autor material, sino también contra los autores intelectuales de los asesinatos contra Jehry Rivera y Sergio Rojas. Estos grandes terratenientes aplican una política de intimidación y ataques contra los recuperadores, sobre la cual no existe ninguna acción judicial y mucho menos condenas.
Solicitamos que se acelere la investigación por la muerte del también dirigente indígena Sergio Rojas, quién fue víctima del accionar criminal de los grupos organizados contra los recuperadores ¡Que su asesinato no quede impune!
Exigimos un alto a la persecución y criminalización de la protesta social que ejercen los pueblos indígenas en su justa lucha, por el fin de la represión a todos los sectores sindicales, campesinos y populares que luchan por sus derechos.
Todo nuestro apoyo a las luchas de los pueblos indígenas, reivindicamos su derecho a la autodeterminación y exigimos al Estado que los reconozca como los dueños legítimos de todos los terrenos en disputa con los grandes terratenientes.