La posible aprobación del proyecto 21.182 que legaliza las jornadas de 12 horas y acumulativas, es un ataque muy fuerte contra los derechos de la clase trabajadora y la conquista histórica de la jornada de 8 horas. Es la consumación de una victoria para el gran empresariado después de más de 20 años de intentar aprobar ese proyecto.
El gobierno de Rodrigo Chaves por medio de Pilar Cisneros ha hecho la más cínica campaña defendiendo los intereses del gran empresariado y mintiendo descaradamente a la clase trabajadora sobre los alcances del proyecto, al igual que el bloque que le apoya como el PLN, PUSC, NR y demás diputaciones.
Una ofensiva empresarial de ese nivel debería tener una respuesta contundente de parte de la clase trabajadora, pero desgraciadamente en estas semanas de discusión del proyecto se han puesto en manifiesto dos estrategias frente al proyecto.
Dos visiones distintas de cómo enfrentar el proyecto
Por un lado, el Frente Amplio se juega todo al trabajo legislativo, apostando al juego de las mociones y debate de técnica legislativa, mientras hace un llamado simbólico a asistir a las barras legislativas como forma de movilización, esa política ha sido toma da por la dirigencia del movimiento estudiantil, Vanguardia Popular y un sector del sindicalismo. Después de semanas de debate no se ha escuchado la voz de las personas trabajadoras que se verán afectadas por ese proyecto.
El FA busca sumar capital político como “oposición responsable” alimentando ilusiones en el parlamento y la institucionalidad, lo cual es una trampa para la clase trabajadora.
Por el otro, el Partido de los Trabajadores está haciendo una campaña en la puerta de las fábricas y centros de paso obrero, llamando a organizar la resistencia en los centros de trabajo y las calles contra ese proyecto y a no confiar en la Asamblea Legislativa y el presidente.
Nunca en la historia del movimiento obrero se han logrado victorias y se han defendido conquistas desde las barras legislativas sin lucha organizada y protesta que presione desde las calles. La izquierda no puede partir desde el parlamentarismo para enfrentar los ataques del gran empresariado, dejando de lado los centros de trabajo y a la clase.
Desde el PT, insistimos en que solo la participación de la clase obrera puede enfrentar este ataque. Sin la participación de quienes trabajan en las fábricas, plantaciones construcciones y el sector privado en general es imposible vencer a nuestros enemigos. La Asamblea Legislativa no es el terreno de la clase trabajadora, la juventud, el sector campesino y los demás sectores que se llevan la peor parte en el Capitalismo.
Hacemos una llamado a todo el activismo a romper con la lógica parlamentaria, a enfrentar este proyecto en las calles y sumarse a la campaña del PT, visitando más empresas y barrios obreros con el llamado a enfrentar este proyecto.