Ante la inminente aprobación del proyecto 21 182 que legaliza las jornadas de 12 horas y acumulativas, las mujeres de la clase trabajadora tenemos mucho que decir. Desgraciadamente nuestras voces siguen sin llegar al Gobierno ni a la Asamblea Legislativa.
Actualmente más de 1 millón de mujeres, estamos fuera del mercado laboral, lo que representa casi el doble que los hombres. Eso es aprovechado por la clase empresarial para decir que el proyecto nos vendrá a dar más empleos, mientras usan sus títeres en el gobierno y a la Asamblea legislativa para llenarnos de mentiras.
Además del robo de las horas extras, jornadas extenuantes que destruyen nuestra salud física y metal, y la evidente obligatoriedad por la dictadura que se vive en las empresas, hay otras razones que las mujeres debemos advertir:
- Más mujeres expulsadas de las empresas: Las jornadas 4×3 nos expulsarán a muchas mujeres de las empresas, perjudicándonos por asumir injustamente en mayor medida la crianza y el cuido de manera privada y feminizada, cuando deberían ser responsabilidades de toda la sociedad.
- Más despidos de mujeres: cuando las empresas eliminen 1 de los tres turnos actuales, estadísticamente despedirán primero a las mujeres.
- Mayor peligro de sufrir violencia: Esperar buses en las madrugadas y altas horas de la noche nos coloca en una situación de mayor peligro ante la enorme violencia que se vive en las calles de nuestro país, con características específicas contra las mujeres.
- Menos tiempo para estudiar: Más tiempo en la empresa, nos quitará la posibilidad de estudiar en colegios nocturnos o universidades y de conseguir más y mejores oportunidades laborales.
- Menos descanso e interacción familiar: Las jornadas de trabajo más largas nos quitan tiempo necesario para descansar, realizar labores de todo el hogar y en el caso de las madres, poder participar en la crianza de nuestras hijas e hijos.
Como clase trabajadora, debemos organizar la resistencia y luchar por derrotar sus planes en las calles y organizando sindicatos y huelgas en nuestros centros de trabajo.
Debemos también organizarnos políticamente, como clase trabajadora, para cambiar las cosas de raíz y que deje de ser a costa de nuestra explotación como unas pocas personas se enriquecen cada vez más.
Sumarse a nuestra campaña contras las jornadas de 12 horas y venir a construir el PT con nosotras es un primer paso.