El 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres y desde el Partido de los Trabajadores consideramos de máxima importancia abordar la situación en que se encuentran las mujeres de clase trabajadora en este 2023.
En Costa Rica, producto de la situación de crisis social del país, las mujeres de la clase trabajadora se han retirado en masa de los trabajos remunerados y están viendo vulnerado el acceso a servicios de salud, cuido, educación y vivienda debido a las políticas de grandes recortes al Estado y los servicios públicos que viene impulsando, en continuidad con los gobiernos anteriores del PAC, el presidente Rodrigo Chaves en conjunto con los demás partidos del gran empresariado, implementando así políticas particularmente violentas contra las mujeres de clase trabajadora, que vienen a resonar con las posturas machistas del presidente en múltiples temáticas.
La sociedad se encuentra en una profunda descomposición, con tasas de homicidio récord de hombres y mujeres, balaceras, ajusticiamientos, brutalidad policial recurrente en barrios populares y represión a luchas campesinas lideradas por mujeres. Este actuar violento de parte de la policía ha recientemente tenido connotaciones misóginas y LBGTIfóbicas y se viene dando el procesamiento judicial de mujeres, como mecanismo de amedrentamiento por luchar o incluso ejercer como periodista. Esto es responsabilidad y política directa del gobierno.
En ese contexto, la violencia machista es un problema social muy serio que debe ser abordado, con miles de denuncias por violencia con medidas de protección al año, así como por delitos sexuales, más de 100 llamadas de auxilio al 911 por violencia machista al día y decenas de tentativas de femicidios al año. En este 2023, el Observatorio de Género del Poder Judicial reporta 15 femicidios, pero registros alternativos serios ubican en 21 ese número. A lo que se suman 16 asesinatos violentos de mujeres, con elementos que sugieren que podrían calificarse como femicidios.
Como partido, consideramos un absoluto fracaso social esta situación, nos solidarizamos con los seres queridos de estas mujeres asesinadas y ubicamos la urgencia de tomar las medidas necesarias para que ese número llegue a 0, como lo posiciona la ya histórica consigna ¡Ni Una Menos!
Denunciamos la impunidad que impera en el Sistema Judicial, plagado de vicios por estereotipos sexistas y clasistas, como se demostró con las lamentables declaraciones de Walter Espinoza en 2020 sobre el femicidio de Luany, por las cuales solamente recibió una carta de amonestación, aunque interfirió negativamente en un proceso judicial, también con los procedimientos de investigación deficientes en el femicidio de María Tacsan así como la impunidad de personajes poderosos en el brutal femicidio de María Luisa Cedeño. Y esto sin incluir los manejos en casos de mujeres que ni siquiera se logran identificar asesinadas con señales de que son femicidios, cuyos procesos no son divulgados ni seguidos en medios de comunicación, ni las mujeres asesinadas en contextos de crimen organizado, en balaceras, o incluso como forma de atacar a hombres con los que tienen relación.
Ante semejante panorama, desde el Partido de los Trabajadores deseamos hacer un llamado a las organizaciones sociales, sindicales, feministas y políticas de izquierda, a que retomemos el camino de la protesta social, único camino para obtener conquistas para la clase trabajadora. Nos parece necesario generar un Encuentro Nacional de Mujeres para llegar a una Agenda en común y un Plan de Lucha para hacerle frente a este gobierno que ataca a las mujeres desde tantos frentes (económico, social, ideológico).
Asimismo, consideramos indispensable que todo el movimiento de mujeres que saldrá a las calles este 25 de noviembre, sea crítico al imperialismo y se posicione contundentemente del lado de todas las mujeres palestinas que están siendo víctimas de un genocidio imperialista-sionista y viviendo aberrantes situaciones por su condición de mujeres como partos sin atención médica y cesáreas sin anestesia, además de la horrenda aniquilación de bebés, niños, niñas y hombres. La heroica resistencia del pueblo palestino debe ser rodeada de la más absoluta solidaridad internacional, y la exigencia de que nuestros gobiernos nacionales rompan relaciones con el Estado de Israel.
Este 25N hacemos un llamado a que ondeen en todas las marchas contra la violencia machista, las banderas palestinas, hasta que allá en Gaza, sepan que no están solas.
¡Este 25 N: luchemos contra la violencia machista y los ataques del gobierno!
¡Paremos el genocidio, Mujeres trabajadoras con la resistencia palestina!
¡Por un encuentro nacional de mujeres para organizar la resistencia!