Bajo el gobierno de Rodrigo Chaves ha continuado la agenda de destrucción de los servicios públicos y de ataque a las condiciones de vida de las personas empleadas públicas.
Mientras el gobierno intenta distraer con distintos espectáculos, pleitos y con la “ley jaguar”, la verdad es que se ha avanzado en una serie de recortes y daños a los servicios públicos.
Esta en la mesa de discusión la “armonización” (privatización) del mercado eléctrico, con el subsecuente aumento de tarifas, se mantiene la idea de vender el Banco de Costa Rica, afectando a las personas empleadas, pero también haciendo más difícil la bancarización y los servicios en los lugares más alejados del país.
También en este gobierno se han recortado becas, reducido el presupuesto a Fodesaf y se está recortando masivamente los recursos de educación.
En el horizonte esta también un nuevo incumplimiento del presupuesto universitario. El gobierno se niega tanto a la negociación quinquenal, constitucionalmente obligatoria, así como a honrar las deudas pendientes para el desarrollo de la educación pública. Las comunidades universitarias están pidiendo un 4% de aumento y el gobierno solo quiere entregar un 1%.
Estos recortes afectan directamente al pueblo trabajador y su acceso a los servicios. El gobierno quiere presentar estos recortes como si fuera una lucha “contra los privilegiados irracionales”, nada más alejado de la realidad, alrededor del gobierno están importantes grupos económicos, súper privilegiados con sus políticas: importadores de arroz, arroceros, banqueros, autobuseros han hecho clavos de oro con el actual gobierno. Los servicios públicos son parte del salario social de la clase trabajadora, un deterioro de los servicios es una reducción en la calidad de vida de la clase trabajadora.
Desde el Partido de la Clase Trabajadora (PT) hacemos un llamado a construir una fuerte jornada de lucha el 28 y el 29 de Agosto. La jornada debe estar construida desde abajo desde los centros de trabajo y las comunidades, un llamado burocrático desde arriba hecho por las direcciones sindicales tradicionales y el CONARE, no va a garantizar una fuerte movilización, sino un desfile “para cumplir”.
Hacemos un llamado a construir reuniones en cada centro de trabajo para discutir y nutrir las demandas populares. Hay que realizar reuniones y asambleas conjuntas de sindicatos, asociaciones estudiantiles y comunidades para garantizar una marcha unitaria combativa y acción regionales fuertes, para detener la ofensiva de Rodrigo Chaves. Llamamos a todas las organizaciones también a preparar la seguridad de la marcha en caso de provocaciones, ataques y represiones de los fanáticos del gobierno, como hemos visto en otras marchas.
Las jornadas de lucha son un paso adelante, pero estos esfuerzos deben continuar y avanzar en construir una Asamblea unitaria de los movimientos sociales, que sirva para construir un plan de lucha unificado y pliego de peticiones.
Esta es la única forma de derrotar los recortes neoliberales del gobierno.