La Unión de Empleados de la Caja (Undeca) y el Frente Nacional por la Defensa de la Caja y Seguridad Social (Frenass) están convocando para el próximo jueves 18 de junio a las 9:00 a.m., a un plantón frente a la CC.SS. La jornada de lucha se ha denominado “Un día por la Caja” donde llama a todos los costarricenses a sumarse a la defensa de la salud pública.
El eje concreto sería exigir a las autoridades de la CCSS que se manifiesten sobre la Agenda Nacional Unitaria para el Rescate de la Caja, que fue presentada desde el año anterior y la cual surgió como resultado del IV Encuentro Nacional por la Defensa de la Caja el 4 de octubre de 2014.
Desde el Partido de los Trabajadores asistiremos a la movilización pues compartimos la necesidad de salir en defensa de la CCSS, sin embargo nos parece que no se debe seguir esperando respuesta por parte de las autoridades de la CCSS, que como parte del gobierno de Solís, seguirá con oídos sordos ante los reclamos del pueblo.
Creemos que los que se requiere es una lucha de largo alcance que debe sumar a todos los sectores del movimiento sindical y popular y que impulse una serie de exigencias del pueblo a partir de la movilización.
La crisis de la Caja se profundiza y sigue recayendo sobre la clase trabajadora
El nivel de deterioro en los servicios de salud ha alcanzado niveles preocupantes. Hace poco trascendió que hay pacientes que esperan más de una semana para ser internados en hospitales públicos. Recordemos además la crisis en Cardiología del Hospital México, donde murieron 141 pacientes mientras esperaban la realización de la prueba de cateterismo.
A esto hay que sumarle los problemas por todos conocidos, como la falta equipo médico o camas para pacientes, entre otras complicaciones de infraestructura; carencia de medicamentos, largas filas, etc. El principal perjudicado de la situación es el pueblo pobre quien debe acudir al sistema público.
Los trabajadores de la salud viven condiciones precarias: los bajos salarios, extensas jornadas de trabajo, la política de congelamiento de plazas y la persecución por parte de las jefaturas a quienes se organizan para defender sus derechos, representan un retroceso de décadas en el nivel de vida de este sector, lo que se refleja en baja calidad de la atención que reciben los usuarios.
Mientras esto sucede, los altos ejecutivos de la Caja siguen ganando jugosos salarios, llenando de corrupción la gestión administrativa y ven cómo la deuda de los patronos sigue creciendo, al punto de que en 2012 esta llegó a los 126 mil millones de colones, de los cuales cinco mil casos se consideran incobrables. Aunado a esto, el mismo Estado adeuda 728 mil millones a la institución.
En las explicaciones esgrimidas por los jefes administrativos de la CC.SS. y “expertos” en materia de salud, la conclusión para ellos es unánime: la crisis es responsabilidad de los “incentivos” salariales de los trabajadores, por lo que es fundamental impulsar proyectos como la Ley de Salario Único y Ley de Empleo público.
Además, bajo la excusa de manejar con austeridad y eficacia los recursos de la entidad, proponen recortar aún más el presupuesto público de salud y promover iniciativas como el régimen de “medicina mixta” para, según ellos, aligerar las filas y que la medicina privada ayude a mejorar la atención.
Para nosotros, estas risibles justificaciones ocultan la cruda realidad: quienes tienen en crisis a la salud pública son los políticos burgueses de turno y los patronos que continúan evadiendo impuestos.
Ni porque estalló la crisis en el Hospital México, el gobierno PAC tomó alguna medida de emergencia ante el problema ni mucho menos piensa discutir a fondo una solución a la crisis de la Caja.
Los responsables son los mismos políticos y altos jerarcas que nunca se han preocupado por cobrarle impuestos a los empresarios y las transnacionales y sí darle cabida a la privatización de la salud. En tanto el país sigue pagando puntualmente una deuda ilegítima a los organismos internacionales con el dinero del pueblo, faltan medicamentos y equipo médico de calidad en clínicas y hospitales.
Así buscan cargar la crisis del sistema de salud pública sobre los hombros de los sectores populares, al mismo tiempo que los ricos y esos mismos políticos acceden sin ningún problema a los lujosos hospitales privados.
Por un plan de los trabajadores para salvar a la Caja
Si bien reconocemos la importancia de luchar mediante acciones de calle para rescatar a la CCSS, creemos que esta acción de unas cuantas horas debe ir más allá. Es necesario que todos los sectores populares, sindicales y estudiantiles se integren a la lucha por la defensa de la salud pública y a su vez se organicen de conjunto a nivel nacional contra los ataques del gobierno y la patronal contra toda la clase trabajadora.
Creemos además que esta lucha no debe seguir confiando en encontrar oídos a las propuestas del movimiento sindical y el pueblo en el gobierno. Ya este ha demostrado en todos los campos ser un gobierno más de continuidad neoliberal, que en el marco de la crisis busca como salvar los intereses del empresariado y mantener sus ganancias hundiendo cada vez más a la clase trabajadora con tal propósito.
La política de redoblar la privatización de servicios de salud como medida para contener la crisis presupuestaria demuestra que toda aspiración a dialogar con este gobierno no es más que una trampa para el pueblo. Por eso muy respetuosamente llamamos a las dirigencias de UNDECA a levantar juntos la defensa de la CCSS sin seguir abrigando esperanzas sobre el gobierno y sobre las autoridades de la CCSS. Es hora de asumir a amboscomo el enemigo de la salud pública que realmente son.
Ante los planes antipopulares que se avecinan, es vital que, de forma democrática y desde las bases, el movimiento social discuta la necesidad de un plan de los trabajadores para salvar a la Caja, que desde nuestra opinión debe incorporar los siguientes elementos.
- Que el Estado y los patronos paguen YA su deuda con la CCSS
- Los patronos deben asegurar a todos sus empleados; si incumplen deben cerrarse sus negocios.
- Por el fin de las concesión de servicios de salud, que la Caja rompa los contratos sin indemnización y asuma los servicios que hoy están en manos privadas.
- Plan de inversión en obra y personal de salud para erradicar las filas y las listas de espera: este debe estar en función de las necesidades más sentidas de los sectores populares y los trabajadores de la salud, que hoy ven amenazadas sus condiciones mínimas de trabajo.
Pero, ¿De dónde van a salir los recursos para asegurar este plan?
Suspensión del pago de la deuda y por una reforma fiscal donde lo ricos paguen como ricos: si tan solo se cobraran los 3 billones de colones de Impuesto sobre la renta que evadieron las empresas privadas y estatales entre 2010 y 2014 se podría reparar y reconstruir Hospitales, 100 EBAIS y 30 clínicas (con un valor de 850 mil millones).
¡Por la nacionalización de todos los centros de salud privados! Solo un sistema de salud estatal único y bajo el control de los trabajadores puede eliminar la corrupción y ofrecer salud integral, de calidad y adecuado a la capacidad de pago de cada quién.
Esta propuesta debe ir acompañada de un plan de lucha escalonado que prepare la movilización de la clase trabajadora, independiente del gobierno y la patronal por la defensa del carácter público de la salud y contra los ataques a los derechos de los trabajadores del sector.