El gobierno del PAC, la UCCAEP y prácticamente todos los diputados neoliberales impulsan desde hace dos años el proyecto de Educación Dual, según ellos como una salida al alto desempleo en la juventud trabajadora.
Luis Guillermo Solís se comprometió con el imperialismo alemán para apoyar esta iniciativa que a su juicio será un incentivo para la atracción de inversión alemana. El clima en la Asamblea Legislativa es óptimo para su aprobación, pues según el diputado del PLN Ronny Monge, existe consenso entre casi todas las fracciones para su aprobación en vía rápida.
Desde el Partido de los Trabajadores queremos debatir sobre los impactos de este proyecto no solo para la educación pública, sino para la juventud trabajadora que hoy vive precarizada por la pobreza y la falta de oportunidades.
¿Qué es la educación dual?
Esta modalidad de enseñanza se define ya desde el mismo proyecto de ley 19.378 como “aquella que permite el proceso de enseñanza-aprendizaje en una entidad educativa, tanto pública como privada, y capacitación práctica en una empresa de forma simultánea, alternando los conocimientos teóricos adquiridos con la puesta en práctica o ejecución de los mismos. Con esta complementariedad la empresa se responsabiliza por la formación práctica y la entidad educativa por la formación teórica integral, sin que ello impida que las empresas brinden soporte teórico o que las instituciones educativas refuercen la formación práctica, brindando el acompañamiento a la persona aprendiz y a la persona mentora durante la permanencia en la empresa” (Artículo 2).
La educación dual permitiría que las personas mayores de 15 años que se encuentren fuera del sistema educativo aprendan una ocupación bajo el siguiente esquema: pasarían una tercera parte de su tiempo en un centro educativo recibiendo la teoría y las otras dos terceras partes realizando la práctica en una empresa relacionada con la especialidad elegida.
¿Qué cambios importantes se introducen? En primer lugar, varían los lugares de aprendizaje, ya que habrá una alternancia entre la empresa y la escuela; por otro lado, se pretende una transformación en los procesos didácticos al unir teoría y práctica.
Este modelo educativo surgió en Alemania en los años setenta, como parte de las primeras reformas neoliberales y las exigencias de las patronales para formar mano de obra con un perfil más técnico, menos académico y con más experiencia laboral. Se trataba de mano de obra adaptada necesidades en el corto plazo de las empresas y con menores tiempos de estudio, entre otros aspectos. En este contexto, nuevamente las empresas incrementaron su participación en las políticas educativas.
Como ejemplo de esta dinámica, varias corporaciones alemanas crearon en 1973 la primera Universidad Empresarial en la ciudad de Stuttgart. Actualmente esta región cuenta con ocho universidades empresariales con aproximadamente 15.000 estudiantes y 4.000 empresas participantes. Este sistema educativo se ha extendido a otros países de la Unión Europea, Asia, y más recientemente en América Latina, en países como Colombia y Chile.
Este “milagro” educativo alemán presentó desde el inicio importantes fisuras. Según un estudio de la Confederación Alemana de Sindicatos, publicado en 2010, uno de cada diez jóvenes era forzado durante su periodo de formación profesional a realizar tareas que no tenían relación alguna con lo que estaban aprendiendo. Sobre todo en profesiones ligadas a la gastronomía, asegura dicho estudio, hasta un 40% de los jóvenes que se encontraban en una formación profesional se veían obligados a realizar horas extra no remuneradas[1].
Se pretende capacitar rápidamente a sus participantes para suplir necesidades específicas de mano de obra de las compañías; a cambio, a los jóvenes se les brinda la posibilidad de capacitarse, y se les promete obtener un ingreso en el corto y mediano plazo, así como la posibilidad de contar con un empleo permanente.
El proyecto de Educación Dual Para Costa Rica
La iniciativa de Ley que se discute ahora en la Asamblea Legislativa ha sufrido modificaciones desde que se presentó por primera vez en 2014. Entre los pilares de la normativa se encuentra que la educación dual la impartirán en un primer momento el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) e instituciones parauniversitarias.
En un primer borrador del proyecto se contemplaba desarrollarla en colegios técnicos y académicos, pero el rechazo por parte de los gremios docentes hizo que el gobierno cediera en este punto. Sin embargo nada impide que esto cambie en el futuro, y estamos seguros de que esto va a ser así porque el fin principal desde el principio ha sido aplicar la educación dual en la enseñanza secundaria.
Otro de los puntos negativos es que el estudiante deberá pasar un máximo de dos tercios de su vida académica dentro de la empresa, y apenas un tercio en el centro educativo (artículo 15). Esto es un grave problema, pues inevitablemente llevaría a un cambio en los planes de estudio de materias académicas, que deberán adaptarse al tiempo que pasará el estudiante en la empresa. Para los docentes implicaría cierre de grupos y profundizar la inestabilidad laboral. Para el estudiante, una formación tecnócrata al servicio del capital, en detrimento de una educación integral y crítica que propicie el cambio social.
Otro aspecto que presenta la iniciativa de ley es que “los estudiantes no recibirán un pago por sus servicios a la empresa donde realicen la práctica”[2]. Bajo el pretexto de que obtendrán una educación innovadora que les servirá para conseguir trabajo de manera sencilla, los empresarios tendrán mano de obra gratis durante tres años, que es básicamente lo que dura el periodo de formación bajo esta modalidad. No se prohíbe, en ninguna parte del proyecto actual, trabajar horas extra, ni que el estudiante deba realizar funciones distintas a las de su área de formación.
Tampoco se garantiza la contratación luego de su etapa formativa. Las empresas no están obligadas a dar empleo a las personas formadas bajo este programa, lo cual en los hechos lo que hace es legalizar el trabajo precario y no ofrece una alternativa para combatir el desempleo en la juventud.
Los empresarios expresan una y otra vez que la educación dual vendría a remediar la deficiente formación técnica, que se deriva en falta de profesionales en estas áreas. Nada más falso, puesto que el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) ya cumple esta función. Un 58% de los graduados de 2015 obtuvieron su título en carreras relacionadas con el sector comercio y servicios, el cual representa un 40% de la economía nacional[3].
Pese a eso la propia institución es parte de un plan de recorte brutal, ya que el gobierno presentó un proyecto para crear la Agencia de Fomento Productivo, Innovación y Valor Agregado (Fomproduce), para apoyar a las Pymes. Para financiarla tienen que trasladar 15% de los fondos que recibe el INA anualmente, lo que vendría a debilitar más a la institución mediante cierre de carreras, despidos de personal y limitación del ingreso del estudiantado.
Los profesionales ya los está formando el país, solo que las oportunidades de empleo digno son muy limitadas y de ahí el alto desempleo en la juventud trabajadora. En el fondo, lo que los empresarios quieren es meter aún más las narices en las instituciones públicas para destruirlas desde adentro.
El proyecto de ley no posibilita que los estudiantes se organicen para defender sus derechos, acorde con la dictadura patronal que existe en el sector privado y que permite que los trabajadores sean despedidos y perseguidos si forman sindicatos.
Por otra parte, habrá un cambio profundo en el ente rector para la educación dual. Se podría pensar que sería el Consejo Nacional de Educación Superior (CONESUP), pero para tales efectos se creará la Comisión Nacional del Fomento de la Educación y Formación Profesional-Técnica en la modalidad dual (Conafodual), integrada por representantes del MEP, INA, Ministerio de Trabajo, un representante de la Cámara de Comercio de Alemania y otro de la Unión Costarricense de Cámaras (UCCAEP) y asociaciones del sector empresarial privado.
Con la Conafodual los empresarios avanzan en lo que siempre han querido: meter las manos en la educación pública, ya sea recibiendo dinero público o como un protagonista en la toma de decisiones. Podrán decidir sobre cambios en los programas académicos y en la distribución del tiempo destinado a estudiar y trabajar, según sus necesidades de mano de obra. Podrán tener voz y voto para seguir moldeando el sistema educativo hacia más recortes y más enseñanza destinada a favorecer directamente sus intereses.
Educación dual: el proyecto de los empresarios para atacar la enseñanza pública
Tanto en Alemania como en Colombia o Chile, la educación dual responde no a una visión humanista del proceso educativo, sino a la intervención del sector empresarial en el campo de la formación de los jóvenes, buscando que la misma sirva a las necesidades de mano de obra del sector productivo-industrial. No por nada el proyecto forma parte de un compromiso adquirido por Costa Rica en el Acuerdo de Asociación (TLC) con la Unión Europea.
Es una ley abiertamente neoliberal, ya que responde a la lógica de disminución del tamaño del Estado en uno de sus pilares: la educación. El razonamiento de los defensores de la educación dual es la siguiente: el sistema de enseñanza público es obsoleto porque brinda una serie de conocimientos que no sirven para que los jóvenes encuentren trabajo (materias académicas). Por eso se debe avanzar con la política de recortes a dicho sistema y trasladar fondos públicos a la “novedosa y revolucionaria” educación dual, que combina una teoría “útil” para el mundo laboral, con la práctica en empresas.
Lo que se presenta como algo novedoso no es más que la continuación de las políticas neoliberales que tanto defiende el Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y otros organismos financieros internacionales, aplicadas al pie de la letra por los gobiernos de Costa Rica y de conjunto en América Latina desde hace ya 30 años. Suponen ampliar el desgaste y privatización de la educación y moldear la misma a las necesidades de los empresarios.
Iniciativas como la educación por competencias y la misma práctica profesional en los colegios técnicos ya se están implementando en el país y responden a esta misma lógica. A esto hay que sumarle la falta de presupuesto en las Universidades Estatales que limita el acceso de los estudiantes a becas de calidad, inversión en infraestructura y cierre de cupos en las carreras.
A las débiles condiciones de estudio hay que sumarle el ataque del gobierno, los diputados y empresarios al empleo público, mediante la eliminación progresiva de pluses (anualidad, incentivo didáctico, zona menor desarrollo) que atenta contra la ya golpeada estabilidad laboral del personal docente y administrativo de la enseñanza pública.
Fuera la mano de los empresarios en la educación: por una enseñanza pública, gratuita y de calidad
Para nosotros el problema de la educación pública no pasa porque el estudiante no recibe conocimientos prácticos. Estos son muy importantes, y no estamos contra ellos. El problema está en que la educación responde a las necesidades del mercado que busca mano de obra para explotarla e incrementar sus ganancias.
Pero el problema de fondo está en la política de recortes presupuestarios que hace que no se atiendan las necesidades más sentidas tanto del estudiantado como del personal docente y administrativo del todo el sistema educativo nacional (primaria, secundaria y universitario).
La falta de inversión viene porque el gobierno no cobra impuestos a los empresarios que, instalados en régimen de zonas francas, reciben todo tipo de beneficios fiscales. Además, se insiste en pagar la deuda con los organismos internacionales, quienes imponen una visión educativa empresarial y en favor de los recortes a los presupuestos públicos.
La salida que debemos imponer es una reforma fiscal que cobre impuestos a los empresarios, y declarar el no pago de la deuda. Con esto habría recursos suficientes para construir más colegios, mejorar la infraestructura de los ya existentes y contratar más personal para que la enseñanza se dé en condiciones óptimas, no como ocurre ahora en una situación de hacinamiento donde el docente imparte lecciones a 40 estudiantes.
Si se cobrara impuestos a los empresarios podríamos obtener un financiamiento a las universidades estatales (FEES) lo suficientemente fuerte como para mejorar la infraestructura en las distintas sedes y recintos, fortalecer el sistema de becas, crear nuevas carreras que solventen la demanda insatisfecha del estudiantado.
Con respecto al personal docente es necesario no solamente no tocar los pluses salariales que han sido conquistas históricas conseguidas en las luchas, sino avanzar hacia un aumento salarial de 10%, así como otorgar propiedades a todo el personal docente que hoy se encuentra en condición de interinos.
Defendemos un 10% del PIB para la educación que sea financiado mediante impuestos a los empresarios, y no con más impuestos al pueblo ni con recortes al salario de la planilla estatal, como actualmente quiere hacer el gobierno, los patronos y los diputados con los proyectos de ley que se discuten hoy en la Asamblea Legislativa.
Esto solo lo podemos lograr mediante la fuerza de la movilización. Hay que construir en las calles la unidad entre estudiantes y trabajadores que derrote las reformas educativas neoliberales, como parte de un programa más general de resistencia a los ataques al nivel de vida de la clase trabajadora, que es la que carga con los costos de la crisis fiscal. Esta unidad debe llevarnos a derrotar también la dictadura en el sector privado e imponer la organización de sindicatos por empresa para que todos los trabajadores gocemos de los mismos derechos.
Para construir una educación crítica, transformadora y que desarrolle plenamente todas las potencialidades creadoras del ser humano, es necesario ir más allá de los marcos del capitalismo. Una educación que fomente el arte, la cultura, el deporte e impulse el desarrollo de la ciencia y la técnica solo se puede lograr si los medios de producción cambian de manos, o sea pertenezcan a la clase trabajadora como rectora de los intereses de la sociedad.
Esto solo se logrará mediante una revolución que le quite el poder a la burguesía en Costa Rica, Centroamérica y el mundo entero, y construya el socialismo. Ponemos el PT al servicio de esta tarea e invitamos a todos los sectores oprimidos y explotados a construirla con nosotros.
[1] http://observatorioeducacion.org/index.php/analisis/244-educacion-dual-el-proyecto-educativo-de-los-empresarios-para-costa-rica
[2] http://www.nacion.com/nacional/educacion/Educacion-dual-queda-salario-tecnicos_0_1520447971.html
[3] http://www.amprensa.com/2016/02/03/18-mil-graduados-del-ina-se-especializaron-en-secretaria-e-ingles/