Desde el Partido de los Trabajadores damos todo nuestro apoyo a la huelga de los trabajadores del Poder Judicial. La misma arrancó el pasado miércoles 19 de Julio en contra de la reforma al sistema de pensiones que pretende aprobar el Legislativo. En el movimiento de huelga participan trabajadores y un sector de la aristocracia judicial.
Esta reforma se fundamenta en la propuesta de la SUPEN y apoyado en un estudio elaborado por el Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la UCR, sostiene que solamente aumentando la edad de jubilación de 60 a 65 años y aumentando la cuota del trabajador se podrá “salvar” el fondo de pensiones. Si bien se habla de déficit en el fondo, este déficit hipotético sale de proyecciones a 100 años, en la actualidad el fondo está lejos de estar quebrado y las medidas son para garantizar su existencia por muchos años más. Por otro lado desde el gremio se elaboró una propuesta propia para reformar el fondo. A pesar que esta también incluye un aumento en la edad de jubilación y en la cuota del trabajador, dicha propuesta fue descartada por los diputados y optaron por el aumento más radical, lo que desencadenó la huelga.
Como parte de la huelga se detuvo el trabajo en las morgues del poder judicial, atrasando la entrega de cuerpos a sus familias, medida que resultó ampliamente impopular. El gobierno se aprovechó de este descontento para llevar la opinión pública contra la huelga y justificar la represión.
La madrugada del 25 de Julio las morgues fueron intervenidas por la Fuerza Pública. Dicha intervención se da en términos irregulares, avalada por el magistrado de la sala III Celso Gamboa, José Andrade director de la Fuerza Pública y el ministro de seguridad Gustavo Mata, quienes no son nada principiantes en cuanto a reprimir la movilización de los trabajadores. Esta no es la primera vez tampoco que el gobierno envía cuerpos policiales a terminar con una huelga, ha sido el mismo caso en las huelgas de SINTRAJAP, de los taxistas y las huelgas de la piñera de Santa Fe; en el último caso sólo la organización de los trabajadores detuvo la represión.
Es claro que este no es un gobierno para los trabajadores. Cuando una organización de patrones realiza un paro, no es reprimida por el gobierno, como ocurrió en el paro de autobuseros de La Carpio, sino que son rápidamente atendidos por el gobierno. En cambio las huelgas de los trabajadores son rápidamente intervenidas con toda la fuerza necesaria, para abrir la morgue se destinaron hasta 50 policías.
Este ataque no es aislado, recientemente se aprobó el aumento de 1% en la cuota obrera del IVM, durante el gobierno de LGS se renegociaron hacia abajo las convenciones colectivas del BCR, CNFL, AyA, RECOPE y JAPDEVA; las plazas siguen congeladas y hay muchos más sectores de empleados públicos en la mira. El gobierno es el principal responsable de recortar derechos de los trabajadores, mientras es inimaginable que el gobierno decida subir impuestos a las grandes empresas.
La pensión es una garantía de tener una vida digna luego de una vida de trabajo. Este derecho no se disfruta por igual en el país, son miles los trabajadores que no tienen acceso a una pensión digna y deben trabajar hasta el día de su muerte o una vejez en la pobreza. Este ataque pretende igualar hacia abajo las garantías que tienen los trabajadores en todo el país. La pensión es un derecho, no un privilegio.
Esto sienta un peligroso precedente, las huelgas en el país ahora son tratadas como un asunto policial y no uno laboral. En este caso la Fuerza Pública interviene cuando ni siquiera hay una declaratoria de ilegalidad de la huelga.
Desde el Parido de los Trabajadores nos solidarizamos con los trabajadores del Poder Judicial. Estamos a favor del movimiento en defensa de la pensión y pensamos que debería extenderse al resto de los trabajadores del país, los que tienen y los que no tienen pensión. Además denunciamos la intervención policial a la huelga, ordenado por el gobierno de Luis Guillermo Solís y su ministro Gustavo Mata.
¡Que viva la huelga del poder judicial!
¡No a la reforma en el fondo de pensiones!
¡No más intervención policial en las huelgas de los trabajadores!