Por Isaac (UNA-Teatro) y Daniela (UCR-Arqueología)
La crisis sanitaria mundial que vivimos por el COVID-19, ha sacado a relucir las principales contradicciones del sistema capitalista. De manera acelerada vemos como en el mundo se suman miles de contagios y fallecidos, crece de manera acelerada el número de desempleados y la proyección para la situación económica es que empeore hasta superar las cifras de las peores crisis del capitalismo (por ejemplo, la crisis de 1929).
El sector de cultura no está exento de esta situación, la población que se dedica a esta área social y artística, prácticamente vive en situación de precariedad en su mayoría, siendo una de las esencias más importantes a través de la historia y la actualidad, principalmente porque ha cumplido la función de permitir el desenvolvimiento humano, mediante la expresión y la sensación de estar representados en ella.
La precariedad de la que hablamos es una consecuencia más del saqueo que produce el sistema económico capitalista, donde se prioriza el fortalecimiento de áreas técnicas que sirvan al mercado, y más bien se intenta desfinanciar áreas que para el sistema no son importantes. Según la Encuesta de Hogares del 2019, para ese año ya había alrededor de 4000 trabajadores del arte que vivían en situación de pobreza o pobreza extrema.
A nivel del aparato estatal, en nuestro país se vive un proceso de desfinanciamiento acelerado de las instituciones, mientras crece el porcentaje destinado al pago de la deuda pública o a adquirir concesiones que fomentan la corrupción. Sólo para el 2020, el Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) tiene una de las partidas presupuestarias más bajas, con tan solo 0,4% del presupuesto nacional (alrededor de 47 mil millones de colones) dinero que debería atender un sector muy amplio y variado. En el caso de los gobiernos locales, éstos destinan en promedio, apenas un 0.5% del total de su presupuesto a este sector.
Recientemente debido a la crisis que se vive a nivel nacional, dicho sector ha estado en constante organización y exige mayores medidas al gobierno y que interceda la Ministra de Cultura Syilvie Durán, para atender las necesidades más concretas.
la necesaria reprogramación de eventos como el Festival de Cine, Érase Una Vez, el FNA, Proartes, LabEscena20, Fauno, Festival Nacional de Danza Contemporánea, Concurso de Dramaturgia, la Feria del Libro, el Encuentro Nacional de Teatro, entre otros; o la cancelación de contratos está dejando sin recursos a muchos trabajadores a nivel de varias áreas (Plásticas, Musicales, Dramáticas, Literatura, Cine, Gestión Cultural, Arqueología Independiente, entre otros). Por medio de asociaciones y organizaciones, han manifestado lo crítico del momento que se vive y la urgencia de que el gobierno interceda por este sector tan desprotegido.
Desde el Partido de los Trabajadores, conversamos con varias personas relacionadas al sector, quienes nos manifestaron su preocupación por la situación y por cómo está siendo manejado por el Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) quienes sólo están haciendo un trabajo estadístico para demostrar cómo puede afectar la situación directamente, pero su recurso es que se amparan dentro del plan PROTEGER del gobierno, que destina montos insuficientes para la supervivencia mensual de la clase trabajadora, incluyendo a las y los artistas, y hasta el mes de septiembre reactivarán los eventos para que puedan volver a generar ingresos.
Para Rolando Salas, director y actor nacional, “la situación actual es catastrófica (…) siendo ya un sector bastante desprotegido en la informalidad y en la no estandarización de precios”, además manifiesta que “el Ministerio de Cultura ha tenido un posicionamiento bastante silencioso, bastante ausente (…), sin acciones concretas, sin propuestas concretas, donde su mejor propuesta hasta después de un mes que comenzó esta crisis es decir que hará mesas de trabajo para saber qué hacer”.
Por otro lado, un trabajador del gremio circense manifestó, “…se están agrupando personas de diferentes sectores del gremio del circo, y tomando diversas medidas, generando propuestas y proyectos, … como la recolección de alimentos para las y los trabajadores del circo que están pasándola muy difícil…”, además le parece que “en este país la cultura no es una prioridad, por lo que hay que tomar ciertas medidas, como replantearse y generar diversas opciones para que la gente se acerque y para que el sector independiente pueda subsistir.. mediante espectáculos o talleres”, respecto al MCJ manifiesta que efectivamente “se ha desinfectado de responsabilidades”.
Respecto al gremio musical, conversamos con Esteban Monge, miembro de la Unión de Trabajadores de la Música, y quién interviene directamente en las demandas realizadas al MCJ. Monge manifestó que “hay una parte del sector que depende única y exclusivamente de su actividad artística, mientras que hay otra que no. También es cierto que es un sector en el que sigue dándose un alto grado de informalidad”, ante eso se pone “en evidencia problemas estructurales del sector, la necesidad de generar políticas públicas que atienda las necesidades del mismo y de que esas políticas se impulsen desde el Estado con la participación del sector. Ahora urge atender lo inmediato” y plantea que para eso “si no queremos seguir siendo un sector tan vulnerable, tenemos que aportar por la organización y articulación”.
Desde el Partido de los Trabajadores impulsamos las exigencias que está planteando este sector, entre esas es ser reconocidos como parte de la gran cantidad de personas de la clase trabajadora que están quedando sin empleo y en situación crítica, sea nacionales o extranjeros. Además de la intervención necesaria por parte del MCJ para la reprogramación de actividades culturales que por consecuencia de la emergencia nacional no se pudieron dar, teniendo en cuenta que podrían darse en otras modalidades (trasmisión virtual o televisiva y con las medidas sanitarias que dicta el Ministerio de Salud), y el no pago al Impuesto al Valor Agregado durante los meses que dure la crisis. Creemos fundamental que al igual que el sector cultura, los diferentes sectores de la clase trabajadora del país se organicen para luchar porque la crisis del coronavirus no sea descargada sobre nuestras espaldas.