Por: Juventud PT
Este 14 de abril, la Universidad de Costa Rica reinició las clases de manera virtual en todas las sedes y recintos. Dando como directriz que las unidades académicas valoraran la mayor cantidad de cursos donde era posible continuar con esta medida, y readecuando programas académicos a los espacios de mediación virtual (plataforma utilizada para clases en UCR).
Ante esta situación, desde la Juventud del Partido de los Trabajadores, queremos abrir un debate hacia el movimiento estudiantil sobre las medidas tomadas por la administración universitaria.
Entendiendo que la situación que vivimos resulta ser bastante complicada a nivel de salud mental, ansiedad, incertidumbre, crisis económica o de vivienda, aumento a la violencia machista, entre otros aspectos que nos parece importante poner sobre la mesa, en primera instancia, debemos tener claridad que reiniciar las clases en este momento está dejando a una cantidad importante de estudiantes rezagados por no tener posibilidad de contar con recurso tecnológico para las clases virtuales, dígase computadora o acceso internet adecuado.
Las condiciones socioeconómicas en las que se encuentra alrededor de un 30% de la población estudiantil son muy restrictivas. Ya esto, en efecto nos parece una clara medida elitista de parte de la administración Jensen, y ante esto creemos que la principal tarea del movimiento estudiantil es exigir a la administración que garantice la educación para toda la población estudiantil sin distinción.
Lo anterior, nos parece que es posible en el marco de que la universidad tiene un presupuesto alto con el cual puede garantizar que ese 30% de estudiantes que no cuentan con computadora o acceso a internet lo tengan. Así como pasa en la Sede de Occidente, donde se planea entregar casi 100 computadoras a estudiantes que no cuentan con una, garantizando el acceso a su educación. Creemos que sólo hasta que la totalidad de las y los estudiantes cuenten con las herramientas necesarias el semestre debe empezar, antes no.
Por otro lado, nos parece adecuando abrir el debate sobre la cancelación inmediata del ciclo lectivo. Creemos que esa es una medida derrotista, que no plantea una clara exigencia a la administración para que garantice el acceso universal a la educación superior pública de sus estudiantes y traería consecuencias importantes en varios sentidos, en primer lugar, pondría en riesgo la beca de miles de estudiantes que hoy cuentan con ese apoyo socioeconómico (posiblemente insuficiente) y que es un ingreso importante en el marco de las familias que hoy son objeto de ataques por parte del gobierno y las cámaras empresariales por la emergencia nacional, sumándose a los altos porcentajes de desempleo o que ven reducida su jornada laboral.
Así también, creemos que pone en riesgo el salario de la población docente interina, quienes viven una inestabilidad constante en su labor, y que con esta medida se agravaría. Y finalmente, el atraso de miles de estudiantes que llevan cursos anuales, o que están en proceso de graduación.
Además, creemos fundamental plantear la exigencia al directorio de la Federación de Estudiantes (FEUCR), quienes además de petitorias formales o anuncios en redes sociales, deben colocarse al frente para garantizar que las y los estudiantes tengan acceso a todos los recursos necesarios para que continúen el semestre adecuadamente, así como organizar a la comunidad estudiantil para cumplir las demandas del estudiantado. Hoy más que nunca, las representaciones estudiantiles deben cerrar filas para que el presupuesto universitario siga destinándose a formar profesionales y al desarrollo adecuado de la universidad.
Finalmente, nos parece que el uso de los recursos de la universidad (FEES) en la atención de la crisis por el COVID-19 es una medida equivocada, dichos recursos deben seguir dotando a la universidad de dinero para financiar los proyectos de investigación que están ayudando a la emergencia, pero a lo interno de la universidad.
La emergencia nacional vivida recientemente, en efecto, debe ser atendida con la mayor cantidad de recursos, pero esos recursos no deben salir del FEES, que dicho sea de paso ya viene teniendo recortes importantes. Ese dinero debe salir de quienes han generado la crisis fiscal, de los empresarios a quienes se les permite evadir o tener exoneraciones a impuestos, mientras el resto de la clase trabajadora responde por esa crisis, además, planteamos que el dinero para atender la crisis sanitaria debe salir de ese 40% del presupuesto nacional que es destinado al pago de la deuda pública.
Como movimiento estudiantil no podemos permitir que nos sigan tocando el presupuesto universitario y debemos exigirle al gobierno del PAC que deje de pagar la deuda para garantizar que no se tocará ninguna institución pública más, y que la atención de la crisis será con el dinero que hoy es robado por el gran capital.