A semana y media del inicio de las clases virtuales en la Universidad de Costa Rica, aumentan las denuncias sobre la poca preparación con la que cuenta la institución para afrontar un proceso tan complejo.
Tanto para profesores y estudiantes no ha sido fácil introducirse a impartir y recibir clases mediante esta modalidad. Precisamente porque el cambio drástico no dio tiempo para adaptar los programas de cursos a las herramientas tecnológicas con que se cuenta, así mismo para enriquecer pedagógicamente los cursos, mediante capacitaciones al personal docente.
Por medio de un sondeo hecho a 77 estudiantes de primer ingreso de parte de la Juventud del PT, hecho entre el 17 y el 22 del mes en curso, parte de los principales señalamientos es la poca preparación que la universidad le brindó al personal docente para adaptarse a la virtualización, ocasionando que muchos estudiantes no hayan podido ingresar a la dinámica del curso que se desarrolla, enfrentándose con fechas de evaluaciones en próximos días. También se denuncia, baja calidad a la hora de impartir los cursos de parte del personal docente por la calidad del sonido, o momentos de tensión que afectan la calidad de las clases y la salud mental de estudiantes y profesores.
Además, parte de las denuncias centrales es la falta de herramientas tecnológicas con las que cuentan aún una cantidad importante de estudiantes, nos referimos a internet de buena calidad o computadora con la capacidad necesaria para cursar el semestre.
La principal consecuencia de este proceso es el deficiente desarrollo de la educación por parte de la comunidad universitaria, quienes serán los principales afectados.
¿Cuál es el problema de fondo de estas denuncias?
En notas anteriores, denunciamos que el proceso tan atropellado de inicio de lecciones por parte de la administración universitaria, trae consigo una serie de elementos a considerar.
El proceso de desfinanciamiento de las instituciones públicas por parte del gobierno del PAC, tiene en la mira el presupuesto universitario. Tanto las cámaras empresariales (UCCAEP) como figuras políticas como el exviceministro de la república Luis Liberman, han dado declaraciones recientemente del peso que son las universidades públicas para el estado, impulsando continuar con los recortes al FEES. Así mismo, figuras como el anterior rector de la UTN, Marcelo Prieto, han manifestado que los salarios de muchos docentes de las universidades públicas son la causa de la crisis del gasto público en el país.
Para nadie es un secreto que este proceso de desfinanciamiento a la educación pública lo quiere impulsar la agenda neoliberal del PAC y sus aliados empresariales, siendo la educación superior pública como uno de los pilares centrales del aparato estatal, la principal afectada.
Una salida socialista al proceso que viven las universidades estatales
La educación superior pública debe ser vista en primera instancia, como parte de las prioridades del estado, así como la salud pública. La formación de profesionales en todos los ámbitos de la sociedad es una necesidad. Ante esto, urge una lucha fuerte en defensa de tales pilares sociales.
El pago hoy de casi el 40% del presupuesto nacional a la deuda usurera de los capitalistas, deja en entredicho la prioridad que significa el aparato estatal para el gobierno de Carlos Alvarado. Por esto, el Partido de los Trabajadores ha insistido tanto que la principal salida es el cese del pago de esta deuda. Así también, sobre la urgencia de fortalecer las instituciones estatales, dotarlas de presupuesto para sostener la crisis económica que han impulsado los ricos de este país.