El 28 de junio de 1969, hace 51 años, se llevaron a cabo una serie de manifestaciones espontáneas y violentas en protesta contra una redada policial que tuvo lugar esa madrugada en el pub conocido como Stonewall Inn, ubicado en el barrio neoyorquino de Greenwich Village. Estos disturbios corresponden a la primera ocasión en la historia de los Estados Unidos que la comunidad LGBTI luchó contra un sistema que perseguía a los homosexuales con el aval absoluto de las autoridades y el gobierno. Y esta fecha es de suma importancia porque sirvió como catalizador del movimiento moderno pro-derechos LGBTI en ese país y en todo el mundo.
Después de medio siglo transcurrido, la lucha permanece viva y aunque ha habido avances, lo adquirido siguen siendo cosas básicas de derechos humanos.
Este año CR llegó a convertirse en el país número 29 que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero no fue un regalo ni una mera complacencia del gobierno, hay toda una historia de lucha detrás de esto para que después de muchas décadas se pudiera materializar un paso más. Porque aún hay una gran deuda en materia de derechos humanos para la población sexualmente diversa. Pero primero hay que entender que la batalla por el avance de esto no es solo de ese sector de la población. Así como los migrantes, las mujeres, las personas negras, las personas con alguna discapacidad, las personas de los pueblos originarios y demás grupos oprimidos no deben de luchar solos. El capitalismo promueve todo este tipo de divisiones porque están conscientes que así se puede contener y controlar la sublevación popular.
Por esa razón el Partido de los Trabajadores insiste en la necesidad de la organización como una sola clase trabajadora. Los dueños de los medios de producción se unifican en sus organizaciones económicas e imperialistas y cierran filas con los gobiernos de turno para disminuir a toda costa los derechos básicos de los trabajadores. Por lo tanto, nosotros debemos de hacer lo mismo y dejar de seguirles el juego que continúa dividiéndonos y segregándonos.
Parte de la estrategia que utilizan es que las grandes empresas y corporaciones se hacen parecer amigables y a favor del sector sexualmente diverso, y aunque si realizan acciones muy progresivas en este sentido, han captado y mercantilizado el espacio, desviando la atención con enormes desfiles y carrosas; cuando la tarea que tenemos por delante es la de fortalecer y promover la lucha. Por esa razón, regularmente como partido participamos de esa actividad dentro de un bloque disidente con materiales y consignas que explican el verdadero carácter de ese día.
Y estamos seguros que bajo el sistema capitalista esa igualdad plena será imposible, pues hemos visto desvelada claramente la barbarie y la explotación en estos últimos meses por motivo de la emergencia del COVID-19, donde las ganancias de los grandes empresarios están sobre la vida de las personas, explotando a como dé lugar a todos los trabajadores, sin importar si se es de la población LGBTI o no. E insistimos en que sólo bajo el socialismo podremos tener igualdad real y condiciones de vida dignas para todos.
¡Por el avance en los derechos LGBTI y demás sectores oprimidos!
¡Por la unidad total de la clase trabajadora!
¡Abajo el capitalismo arriba el socialismo!