- La clase obrera y la juventud brasileña hoy se juegan su futuro en las calles y plazas de este país
Desde el Partido de los Trabajadores queremos manifestar nuestro más enérgico apoyo al proceso de movilización que están llevando a cabo hoy la juventud y la clase trabajadora brasileña.
En estos procesos de movilización, parafraseando a nuestro camarada brasileño Valerio Arcary, la juventud está haciendo temblar a los banqueros, terratenientes, empresarios, está haciendo temblar a los comandos de la Policía Militar, y a los gobernadores, intendentes, diputados, y hasta el último de los concejales. Todo el orden económico, social y político que preserva Brasil como uno de los países más injustos del mundo, hoy tiembla.
La juventud brasileña sigue inundando las calles por millones en todos los rincones del país debido a la enorme injusticia que existe. Mientras la presidenta Dilma Roussef y los partidos de la burguesía brasileña impulsan la inversión multimillonaria para la Copa del Mundo 2014 la situación de la educación, la salud, el costo de la vida y la precarización laboral no dejan de empeorar.
Si bien el costo del pasaje fue el detonante de esta movilización hay que tener claro que esto solo fue la gota que derramó el vaso. Los jóvenes salen a las calles pues entienden que no tienen ningún futuro sino lo forjan en las calles. Salen a la calle indignadas y asqueadas de ver como la multimillonaria inversión de la copa y como el enorme lujo de los ricos brasileños crece en proporción con su miseria. Salen pues entienden que su derecho a la salud pública, a tener educación o vivienda digna depende de esto. Salen a rechazar la entrega brutal de recursos públicos a las empresas que tendrán las concesiones de los estadios e infraestructura a costas del pueblo. Finalmente salen a defender sus libertades democráticas, a rechazar la represión y la censura del gobierno.
Mientras tanto el gobierno de Dilma se defiende con el garrote de la policía militar, infiltrando bandas violentas dentro de las movilizaciones, y con la cortina de humo de una negociación en la que están dispuestos a hacer algunas concesiones, pero no tocar ninguno de los puntos centrales que están generando la miseria para las mayorías de ese país.
La derecha por su parte, al no poder derrotar la movilización frontalmente, ha infiltrado bandas fascistas, personas armadas a sueldo que se han encargado de atacar y agredir a la izquierda y a los movimientos sociales. Decenas de nuestros compañeros han sido heridos por estas bandas al igual que activistas de otras corrientes de izquierda: han sido golpeados anarquistas, activistas de la diversidad sexual, y compañeros de organizaciones sindicales. Esto lo han hecho bajo la excusa de la lucha contra “los partidos” dentro de la movilización, transformando el justo rechazo a la derecha y al PT de Dilma en una excusa para agredir activistas. Afortunadamente una amplia unidad de estos sectores le ha imprimido fuertes derrotas a estas bandas fascistas.
Para mañana, 27 de Junio, está programada otra gran jornada de movilización nacional. En esta ocasión la clase obrera organizada estará en las calles hombro a hombro con la juventud exigiendo un freno a los ataques a su nivel de vida, exigiendo que se detenga el saqueo de los recursos y la corrupción, exigiendo el fin a la represión y exigiendo una salida digna para la clase trabajadora y la juventud. ¡Este es el camino a tomar!
Nuestra organización hermana, el PSTU, hoy se juega la vida y el sudor de sus militantes en este proceso de movilización. Nuestros camaradas han enfrentado a las bandas armadas de la ultraderecha y a la represión del gobierno. Su moral sigue más alta que nunca, y hoy luchan al lado de la clase trabajadora, insistiendo en que solo la unidad de los trabajadores y la juventud, solo tomando las calles, pueden cambiar la situación que hoy enfrentan.
Saludamos con entusiasmo estas movilizaciones, saludamos con entusiasmo esta unidad de los obreros y jóvenes, este masivo grito que hace retumbar a Brasil, que significa que los trabajadores y la juventud están dando un enorme paso, tomando las riendas de su propio destino.
¡Que vivan las movilizaciones de la clase trabajadora y la juventud brasileña!
¡Solamente la unidad de los obreros y la juventud en las calles puede forjar una salida digna!
¡Ni la derecha, ni el PT, la clase trabajadora al poder!