El pasado 2 de Febrero el descontento popular se expresó en las elecciones y se anotó una importante victoria contra el bipartidismo histórico del PLN-PUSC. Los resultados de la primera ronda ubican a Luis Guillermo Solís del PAC en un primer lugar con el 31%, en el segundo lugar a Johnny Araya del PLN con el 29,6%, y en el tercer lugar de la votación al partido Frente Amplio con un 17%.
La crisis del PLN era algo anunciado producto del masivo repudio al gobierno liberacionista de Laura Chinchilla, el cual llego a tener niveles de rechazo superiores al 70% producto de los reiterados escándalos como el de la trocha fronteriza o el de la concesión de la autopista San José-San Ramón a la empresa OAS. Las elecciones nos dejan frente a un segundo y decisivo golpe a la formula partidaria (PLN-PUSC) con la que un sector del empresariado nacional y transnacional logro garantizar la transformación neoliberal del país y multiplicar grandemente sus fortunas.
El malestar generado por la crisis económica y la corrupción se expreso en el rechazo al PLN y en gran medida en un voto mayoritario a partidos como el PAC y el FA, sobre los que el pueblo deposita importantes esperanzas de cambio. Contradictoriamente esta necesidad de cambio expresada en el voto anti PLN no implica un cambio el rumbo neoliberal que lleva el país, por cuanto el PAC y el FA presentan programas que mantienen las bases sobre las que se asienta la actual crisis que vive el país.
El 6 de Abril los trabajadores no tenemos por quien votar
El PLN ha sido el principal responsable, aunque no el único, por la galopante corrupción, el aumento en la desigualdad y la pobreza, el creciente costo de vida, el aumento del déficit fiscal y del crecimiento en el desempleo.
Por su parte el PAC es un partido que también representa los intereses de un sector de grandes empresarios y que ha terminado concertando con el PLN en temas estratégicos, como el referéndum del TLC o la reforma fiscal. El PAC ha jugado el rol de freno al movimiento social como sucedió en la batalla contra el TLC al defender el mecanismo del referéndum y el respeto a los resultados del mismo pese al carácter fraudulento mediante el cual se dio; también ha sido un apoyo clave a planes neoliberales como reforma fiscal promovida por el gobierno de Chinchilla o la apertura de los muelles del Caribe.
El PAC ha intentado ocupar el espacio dejado por el PUSC y ubicarse como un nuevo referente para sectores empresariales. No extraña que en la pasada elección hayan incorporado en su vicepresidencia a Mónica Segnini de la cámara de exportadores y que en la actual figuren en su nomina candidatos venidos del PUSC como Helio Fallas y Ana Elena Chacón –defensora del sí al tlc-.
Ambos partidos tienen mucho en común: defienden los TLCs vigentes así como el modelo de concesión Ambos tienen acuerdo con la estrategia económica neoliberal de los TLCs, ambos apoyan el modelo de concesión de obra pública y están de acuerdo en una reforma fiscal que le cobre más a los trabajadores –como la recientemente pactada entre Otón Solís y Antonio Álvarez-; ninguno cuestiona la dictadura que viven los trabajadores en el sector privado donde no se permite organizar sindicatos y están por sostener el modelo económico que nos tiene cada vez peor.
Nuestro llamado al Frente Amplio
Hasta hoy la dirección de FA ha mantenido una posición oportunista y confusa de cara a la segunda ronda. Mantienen un silencio cómplice frente a lo que representa el PAC y asumen una posición oportunista de no denunciar a este partido, lo que los lleva en los hechos a dar un apoyo a Solís.
Desde el PT le hacemos un llamado al Frente Amplio para que se posicione de manera firme y llame a sus simpatizantes y al pueblo costarricense a no votar por ninguno de los dos partidos en contienda. Advertimos eso sí desde ya que la dirección del Frente Amplio tiene grandes contradicciones para asumir una posición clara de llamar a no votar por el PAC, por cuanto su proyecto estratégico es un gobierno de coalición con ese partido y han reconocido públicamente los acuerdos programáticos que existen entre ambas organizaciones.
Organicemos las luchas y construyamos el Partido de los Trabajadores
Estas elecciones estuvieron marcadas también por el surgimiento de una nueva opción de la izquierda y los trabajadores, que obtuvo miles de votos en todo el país para su programa clasista y socialista de ruptura con los TLC’s, no pago de la deuda, sindicatos en la empresa privada y lucha contra el alto costo de la vida, entre otros ejes.
La tarea central de la clase trabajadora pasa en este momento por organizar las luchas para enfrentar los ataques del próximo gobierno sea del PAC o el PLN. Sin duda la lucha contra los recortes, los paquetes de impuestos o los ataques al salario están a la orden del día, como la reafirma el reciente miserable ajuste salarial del 0,43% para el sector público.
Nuestro partido está al servicio de organizar y desarrollar esas luchas donde se jugara la posibilidad de que la clase trabajadora imponga su propio plan frente a los ataque de los empresarios. La posibilidad real de fortalecer esas luchas demanda la construcción de un partido de la clase trabajadora , que tenga un programa de lucha y un funcionamiento democrático donde los líderes o los candidatos no impongan su voluntad, esta posibilidad pasa hoy por el fortalecimiento y desarrollo del Partido de los Trabajadores en todo el país.