El día de mañana todo el pueblo trabajador presenciará la toma de posesión de Luis Guillermo Solís y el PAC en el estadio nacional.
Muchos trabajadores tienen la expectativa de que por el hecho de ser distinto al PLN y la Unidad, y nunca haber estado en el poder, Luis Guillermo, vendrá a resolver muchas de las miserias actuales del pueblo. Otros, no tan optimistas, quieren dar chance a que comience su gestión antes de juzgar.
Para nosotros esta reacción es comprensible, dado que fue el mismo pueblo, quien con su voto castigo hizo caer al PLN, por lo que no es de extrañar que ahora espere y quiera que las cosas cambien con el nuevo gobierno.
Sin embargo, y con motivo de este traspaso, queremos volver a alertar sobre el hecho de que este nuevo gobierno no traerá ningún cambio de fondo con el neoliberalismo, ni mucho menos podrá resolver nuestras necesidades más sentidas.
Esto es así en primer lugar porque su gabinete, lejos de expresar “la nueva forma de hacer política” de la que a Luis Guillermo tanto le gusta hablar, reúne a toda una gama de empresarios y políticos neoliberales del PLN y el PUSC que han sido directamente responsables del incremento de la miseria en nuestro país.
En segundo lugar porque su plan para resolver la crisis del país difiere muy poco del que tenía Chinchilla. Para resolver el déficit fiscal su propuesta central ha sido la conversión del Impuesto de Ventas en IVA lo que encarecería aún más el costo de la vida.
Su política para enfrentar el desempleo es la misma que la del criticado bipartidismo, atraer inversión extranjera buscando como bajarle los costos a las empresas, incrementando sus beneficios fiscales e implementando proyectos que les permitirían intensificar la explotación de la clase trabajadora como los de flexibilidad laboral. Todo para que terminen saliendo del país sin que quede más rastro que cientos de familias sin sustento.
Con respecto a los problemas de infraestructura tampoco habrá ningún cambio ni solución tangible. Corruptas y entreguistas concesiones como la de la ruta Caldera a Autopistas del Sol y la de la terminal de contenedores a APM Terminals, seguirán vigentes. Mientras que la carretera a San Ramón, al parecer, sería financiada con peajes de hasta 3000 colones.
El único cambio que trae este nuevo gobierno es el plan de concertación con el que intentará sacar adelante sus antipopulares proyectos.
Para nosotros el poco margen que tiene el gobierno en la asamblea legislativa, así como el hecho de haber llegado al poder sobre la base de un voto castigo, que refleja un pueblo menos dispuesto a seguir tolerando las mismas recetas del bipartidismo tradicional, lo ha obligado a buscar una fórmula de gobierno basada en los pactos políticos con el resto de fuerzas burguesas, y en la colaboración de las direcciones del movimiento sindical y popular con dicha negociación.
La presencia de figuras vinculadas al movimiento sindical y popular como Melvin Jiménez en su gabinete, así como su cercanía con Albino Vargas y otros dirigentes del Grupo de las 10 Medidas expresan dicha colaboración.
La negociación con el Frente Amplio a cambio de los votos para el directorio legislativo también expresa dicho plan. Con esta el Frente Amplio le proveyó nueve votos de vida o muerte al gobierno para que lograra controlar el directorio legislativo, a cambio de una serie de tímidas reformas, con las que el PAC ya tenía acuerdo de todas formas.
Creemos que el nuevo gobierno buscará apoyarse en este proceso de concertación para maquillar las medidas antipopulares con las que pretende gobernar, así como las que ya tiene acuerdo en pactar con Liberación Nacional, centralmente el IVA y los recortes salariales en el sector público.
Por todo esto consideramos que no hay razones para confiar en que el nuevo gobierno va a resolver los problemas que hoy aquejan al pueblo trabajador. Tampoco las hay para considerar que mediante una negociación con este lograremos una solución para los graves problemas de costo de la vida, crisis de obra pública y desempleo.
Frente a la ofensiva, vía concertación del PAC y a la colaboración con esta del Frente Amplio y las dirigencias sindicales, nuestro partido propone una alternativa completamente distinta que es la de la lucha obrera y popular en las calles. Creemos que la masiva huelga del magisterio por el pago de meses de salario adeudado marca el camino en este sentido.
No creemos que exista la mínima posibilidad que indique que de los partidos empresariales y defensores del machismo que están hoy en la asamblea pueda salir una solución verdaderamente beneficiosa para la clase trabajadora.
Por eso planteamos que la única manera de resolver nuestras necesidades es a través de la lucha y la organización del pueblo trabajador y no de la concertación. Por eso no salimos a “festejar” el traspaso y llamamos más bien a las dirigencias sindicales a dejar de colaborar con esta concertación y a levantar, junto con la clase trabajadora, un plan obrero y popular independiente que nos saque de esta crisis y resuelva sobre nuestras necesidades más sentidas.
Contra los despidos y la crisis:
¡Sigamos el ejemplo de la huelga de trabajadores del MEP!
¡Ninguna confianza en el nuevo gobierno!