Las últimas semanas han estado marcadas por una ofensiva en los ataques del Gobierno. Se anuncian nuevos impuestos para el pueblo, congelamiento de salarios y hasta venta de instituciones; todo esto para satisfacer al FMI y endeudar aún más al país.
Si bien estos ataques han levantado las alertas, seguirán subiendo de tono. Dicen que quieren congelar salarios, pero en realidad quieren despedir; dicen que quieren vender la FANAL, pero realmente quieren vender al ICE; dicen que los impuestos son para todos; pero el pueblo tendrá que pagar más y los grandes empresarios serán salvados.
Se aprovechan de la pandemia para aplicar todos estos ataques, esperando no recibir ninguna respuesta en la calle. Corren para aplicar todo su plan contra la clase trabajadora en medio de la emergencia sanitaria. Aprovechan las ruedas de prensa para hablar en contra de las manifestaciones, diciendo que son un gran riesgo para la salud. Ante este panorama, desde el PT pensamos que es urgente volver a las movilizaciones callejeras para enfrentar estos ataques.
Sigamos el ejemplo de los sectores que se movilizan.
Aún con el riesgo que representa el Covid 19, han comenzado a salir pequeñas y algunas no tan pequeñas movilizaciones. Las mujeres en todo el país han estado protagonizando protestas en respuesta a los femicidios y la violencia machista. El 6 de setiembre fue una gran fecha de movilización, con puntos de encuentro en San José, Puntarenas, San Ramón, Alajuela, Ciudad Quesada, Golfito y Cartago centro; así como muchos otros más. Las movilizaciones continuaron durante la semana en diferentes puntos del país.
En la zona norte se desarrolla un gran movimiento campesino de recuperaciones de tierra. Utilizando terrenos desocupados para vivienda y siembra. En el cantón de los chiles hay 6 tomas de tierra simultáneas. Por otro lado, las protestas de los Mineros en Bagaces cerraron las calles por más de tres días en protesta contra el gobierno. Que demuestran como la crisis está llevando a la población a medidas cada vez más radicales.
El pasado viernes 25 de Setiembre, sábado 26 se vieron en San José pequeñas movilizaciones contra el ajuste del FMI y el 28 de setiembre se vio un plantón por el derecho al aborto libe, seguro y gratuito frente a casa presidencial. Todos estos movimientos con un importante componente de mujeres y de juventud. Se han anunciado movilizaciones en distintos puntos del país para el 30 de setiembre.
En el mundo también se ha visto cómo ni la pandemia pudo frenar el descontento popular. En EEUU fueron noticias todas las jornadas de lucha contra el asesinato de personas negras a manos de la policía. En Chile se retomaron los enfrentamientos contra el gobierno de Sebastián Piñera. En Colombia hay movilizaciones contra el gobierno de Duque. En Bielorrusia ha estallado un proceso revolucionario, que confirma que la lucha de clases no se detiene por la enfermedad.
Es urgente que estas pequeñas acciones se conviertan en grandes movilizaciones de masas. Para esto es importante que se sumen los sindicatos y el movimiento estudiantil; así como otras expresiones de organización social y comunal. No son suficientes las caravanas con unos pocos vehículos que están llamando las burocracias sindicales. Sólo con miles en las calles podremos frenar el préstamo con el FMI.
Hay que luchar para tener una vida digna, porque las intenciones del Gobierno y del FMI son empobrecernos lo más que puedan. De lo contrario, cuando termine la emergencia sanitaria y salgamos de nuestras casas, encontraremos un país en emergencia social y económica. Una emergencia que ya ha comenzado. El verdadero virus se llama capitalismo. Para vencerlo no basta con lavarnos las manos, usar mascarilla y quedarnos en casa. Para vencerlo debemos luchar. Desde el Partido de los Trabajadores hacemos un llamado al movimiento sindical, estudiantil y popular que es urgente volver a las manifestaciones. No podemos dejar que sea la derecha quien moviliza el descontento popular. Por eso más que nunca hay que levantar una salida revolucionaria y socialista a la miseria capitalista.