Nota: El siguiente manifiesto fue elaborado por las y los militantes universitarios del Partido de los Trabajadores en estrecha discusión con amigos y simpatizantes del mismo.
Las personas trabajadoras universitarias, los y las estudiantes universitarios y las comunidades universitarias como un todo deben sumarse a la lucha popular contra el acuerdo con el FMI y contra el nuevo paquetazo de impuestos antipopulares. Tenemos muchas razones para participar en esta lucha.
Desde el miércoles 30 de septiembre se han generalizado las movilizaciones populares en nuestro país.
Las movilizaciones son el síntoma visible del malestar, de la desesperación que produce en los sectores populares la combinación de la crisis fiscal, el desempleo, la crisis sanitaria, la crisis educativa y la crisis económica, en general la crisis del capitalismo dependiente costarricense, de la civilización capitalista.
El detonante de las movilizaciones fue el anuncio del gobierno de un nuevo paquete de medidas antipopulares incluidas como parte de una posible negociación con el FMI. Las medidas incluían la venta de activos del Estado (con la significativa perdida que estas ventas significan para las arcas del país, así como para la capacidad de cooperación interinstitucional), impuestos a las transacciones bancarias, impuestos a los bienes inmuebles, a los salarios y venta de tierras del Estado. Eso era la propuesta del gobierno, pero en realidad el resultado iba a ser mucho peor, el FMI como corazón de las instituciones financieras iba a pedir aún sacrificios mayores al país. La oposición a esas medias fue inmediata.
Los mega ganadores del modelo, aliados privilegiados del gobierno del PAC: las zonas francas, las grandes plantaciones, los bancos y los tenedores de bonos de deuda, salían ilesos y protegidos por el gobierno.
Después del anuncio del gobierno, sectores de la burguesía rápidamente salieron a oponerse a cualquier tipo de cobro que pudiera afectar sus intereses, los ricos de este país no quieren aportar en absolutamente nada a la sociedad y quieren seguir manteniendo sus privilegios sociales y políticos.
La burguesía alentó el clima de protesta pensando que podía controlarlo, pero no fue así. Un movimiento espontáneo, variado, desde abajo fue tomando lugar en las regiones del país. El llamado del Movimiento de Rescate Nacional prendió la mecha, aunque su llamado era contradictorio, lo importante es que alentó la movilización, la respuesta del gobierno fue una dura represión que en algunas localidades fue derrotada por las mismas comunidades movilizadas.
Las protestas son un arco extenso de movilizaciones de hombres y mujeres, trabajadores del sector público y privado, desempleados, trabajadores informales, campesinos, pequeños y medianos propietarios, que no quieren que la crisis se siga descargando sobre sus espaldas.
En medio de esta situación política los trabajadores y la comunidad universitaria tiene la obligación de participar activamente en esta justa lucha del pueblo en contra del FMI y el nuevo paquetazo de impuestos.
En el año 2018 el gobierno del PAC usó al CONARE, las rectorías y la élite universitaria como “escudo” contra el movimiento popular. Los rectores hicieron un “cordón sanitario” para que solo pequeños sectores de la comunidad universitaria se sumaran a la lucha contra el plan fiscal. Utilizaron todos los medios a su alcance para que ni los estudiantes, ni los trabajadores universitarios participaran masivamente en la lucha contra el plan fiscal.
Durante el año 2019 un importante movimiento estudiantil puso contra la pared a las autoridades universitarias que aliadas al gobierno han llevado adelante las reformas antipopulares.
El CONARE y las élites universitarias han mantenido desde hace años una estrecha alianza política con el gobierno, alianza que solo ha servido para deteriorar las condiciones presupuestarias de la universidad. Los presupuestos universitarios que deben ser negociados quinquenalmente, ahora son negociados por semestre, en los hechos han sido reducidos, mientras el gobierno demanda cada vez más trabajo del personal universitario y de las capacidades universitarias.
En este momento las personas trabajadoras universitarias estamos sufriendo importantes violaciones a nuestros derechos, muchos de nuestros familiares han perdido sus trabajos o sus ingresos por la crisis económica o su salud y su vida por la pandemia. Los derechos salariales en las universidades están congelados y se anuncia que así será por al menos dos años más, derechos como la anualidad o el escalafón están siendo arrebatados. La carga laboral ha aumentado considerablemente y aún más para las mujeres trabajadoras universitarias quienes tienen que agenciárselas para resolver el trabajo asalariado, el reproductivo, el de cuido de personas y el de enseñanza de los niños. La precarización laboral y el interinato docente se ha mantenido y no hay ninguna señal que se vaya a solucionar.
Así mismo los estudiantes están viendo en sus casas y sus comunidades el constante deterioro de las condiciones de vida, trabajo, salud, derechos, etc. Es decir, tenemos razones de sobra para protestar.
No podemos permitir que nuevamente la aristocracia universitaria aliada al gobierno construya un dique para que la comunidad universitaria no participe en las protestas, debemos demandar a nuestros sindicatos, federaciones estudiantiles, consejos universitarios que hagan un llamado a participar en la lucha contra el FMI, la deuda usurera y el paquetazo de impuestos contra los trabajadores.
No podemos permitir que nuevamente se divida al pueblo trabajador. En medio de esta lucha los grandes empresarios quieren hacernos creer que la culpa de la crisis la tienen los trabajadores del sector público. Esto lo hacen por un lado para dividir a la clase entre trabajadores públicos y privados, y así debilitar nuestra fuerza. Pero además lo hacen para distraer la atención de su responsabilidad en la crisis por no pagar impuestos.
Otros sectores, quieren hacernos creer que la crisis se trata de un “castigo divino”, por los avances que ha habido en los derechos de las mujeres con el aborto terapéutico o con los derechos de la población LGBT con el matrimonio igualitario. Estas ideas solo sirven para dividirnos entre hombres y mujeres, heterosexuales y LGBTs.
De la misma manera, no faltan los que plantean que la crisis es producto de los inmigrantes, esparciendo ideas falsas sobre como supuestamente se dejarían el presupuesto para ayudas o harían colapsar la CCSS.
Todas estas ideas equivocadas y nocivas de división deben ser combatidas en el marco del mismo movimiento, en el marco de la misma lucha para así forjar la unidad popular que derrote al gobierno y a los planes del imperialismo.
Pero también deben ser combatidas en la discusión política las voces que desde la universidad piden la represión del movimiento popular, las que contribuyen con el gobierno para que se acepte un “diálogo” amañado y quienes quiere mantener una aséptica equidistancia.
Reiteramos nuestro llamado a nuestros sindicatos, a las federaciones de estudiantes a los consejos universitarios a realizar un llamado activo a participar en las protestas, hacemos un llamado a todos los miembros de la comunidad universitaria a que se sumen a las protestas y bloqueos, que fortalezcan la lucha en las calles. Hacemos un llamado a todas las personas que coinciden con las ideas de este manifiesto a suscribirlo y a difundirlo.