Desde el Partido de los Trabajadores repudiamos completamente este asesinato y denunciamos las condiciones en las que la dictadura mantiene a los presos políticos.
El sábado 12 de febrero de 2022, el ministerio público de Nicaragua informó escuetamente de la muerte de Hugo Torres, preso político de la dictadura de Daniel Ortega. Hugo Torres, hombre de 73 años estaba preso por la dictadura desde el 12 de junio de 2021, acusado de “conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional”.
La dictadura de Ortega realizó unas “elecciones” fraudulentas y a su medida en 7 noviembre de 2021, donde “obtuvo” el 75% de los votos, para lograr este objetivo desde junio de 2021 la dictadura desató una feroz persecución política que concluyó en la detención arbitraria de al menos 39 dirigentes y candidatos opositores entre ellos antiguas destacadas figuras del sandinismo como Dora María Tellez, Hugo Torres y Victor Hugo Tinoco. Desde el 13 de junio de 2021, Hugo Torres estuvo detenido en Complejo Policial Evaristo Vásquez (El Chipote). Esta terrible cárcel fue un centro de tortura durante la dictadura de Somoza y hoy los defensores de DDHH han denunciado que sigue siendo un centro de tortura de presos políticos.
Hugo Torres, fue un héroe de la revolución sandinista y había roto con el FSLN desde 1995 cuando Daniel Ortega y Rosario Murillo habían empezado el proceso de control totalitario del FSLN, en camino a transformarlo en un partido burgués-familiar. Hugo Torres rompió con un ala “democratizante” para fundar el Movimiento de Renovación Sandinista junto a Sergio Ramírez, Dora María Tellez y Herty Lewites, desde el año 2017 era el vicepresidente del MRS, que había decidido cambiar su nombre a Unión Democrática Renovadora-UNAMOS, fue un vocal opositor del gobierno de Daniel Ortega durante la rebelión de Mayo.
La muerte de Hugo Torres en la cárcel, sin poder recibir asistencia médica adecuada y casi sin poder recibir visitas de sus familiares son una mancha y una trauma en la conciencia de todas las fuerzas democráticas y de izquierda en América Latina. Son una demostración de la total bancarrota moral y política de la dictadura de Daniel Ortega, porque Hugo Torres fue un héroe de la revolución y muere en las condiciones en las que morían los presos políticos bajo Somoza.
Hugo Torres, fue conocido como el “Comandante Uno” y fue parte de dos de las más heroicas acciones del sandinismo, la primera la operación “diciembre victorioso” el 27 de diciembre 1974, allí un comando de 13 sandinistas, mantuvo de rehenes a importantes miembros de la dictadura de Somoza Debayle que se encontraban en la casa de José María Castillo Quant, gracias a esta operación se liberaron presos políticos de la dictadura somocista como el mismo Daniel Ortega, Lenín Cerda y Manuel Rivas.
Luego el 22 de agosto de 1978, Hugo Torres fue parte de la “Operación Chanchera” del asalto del Palacio Nacional, que se ha reconocido históricamente como el inició del fin de la dictadura somocista. Despúes de caída la dictadura de Somoza Torres desarrollo sobretodo labores militares fue parte del ministerio del interior junto a Tomas Borge, y llegó a ser general del brigada del ejército, del cuál se retiró en 1998.
Nuestro partido no comparte muchas de las ideas políticas del MRS, desde 1995 y hasta nuestros días, no obstante e independientemente de eso, nuestro partido participó activamente en la lucha contra la dictadura de Ortega y ha mantenido permanentemente su denuncia a la represión del régimen y a los pésimos tratos recibidos por los presos políticos.
Hugo Torres era un opositor político de la dictadura, que fue preso por eso, por ser un opositor político, murió en la cárcel sin que se le permitiera ni siquiera un juicio justo y expedito, su familia y su abogado apenas lo pudieron ver y toda su muerte apunta a una negligencia del régimen, de la policía y de los carceleros es decir la dictadura de Ortega-Murillo le asesino, le dejó morir.
Desde el Partido de los Trabajadores repudiamos a la dictadura de Daniel Ortega, demandamos la liberación de los 190 presos políticos y el cese de la represión y persecución a los activistas y a las universidades.
Repudiamos también la actitud cómplice del gobierno de Carlos Alvarado, que mientras derrama “lágrimas de cocodrilo” por los presos políticos, mantienen en perfecto estado las relaciones políticas y económicas con la dictadura. Al igual que la élite económica nicaragüense, toleran a la dictadura mientras puedan mantener los negocios.
Hacemos un llamado a las organizaciones sindicales, populares, de mujeres y de DDHH a organizar y redoblar esfuerzos por la liberación de Dora María Téllez, Víctor Hugo Tinoco, Ana Margarita Vijil, Yader Parajón, Léster Alemán, Muhamar Vado y demás presos políticos de la dictadura.