El pasado 28 de Mayo el presidente Rodrigo Chaves anunció la cancelación de las pruebas FARO. Estas pruebas desde su concepción han estado llenas de polémica y han enfrentado el descontento popular. En el 2019 las movilizaciones estudiantiles contra FARO llevaron a la renuncia del entonces ministro de educación Edgar Mora. Posteriormente su implementación llenó de críticas al gobierno de Carlos Alvarado debido a la cantidad de ítems y de preguntas sobre información personal que incluían.
Desde el PT nos opusimos desde un principio a estas pruebas y apoyamos todas las manifestaciones en su contra. Vemos en la cancelación de las mismas una victoria, ya que se debe en una parte al descontento y el peso de las movilizaciones que aún este año continuaron; como fue el caso de los estudiantes del Liceo de Guararí.
Sin embargo, también es una medida oportunista de parte del gobierno. Chaves sabe lo impopular que es y va a aprovechar cualquier cosa que lo pueda ayudar a subir puntos de popularidad. Por otro lado, ante la presión que tiene del sector docente por el no pago de sus salarios, cancelar las pruebas faros es también una forma de redirigir fondos, ya que estas tienen un importante costo económico y al no aplicarse el gobierno puede disponer de este dinero para pagar lo adeudado. Cabe destacar que este comunicado anunciado por el gobierno carece de sustento, ya que quien al final aprueba o no la realización de las pruebas es el Consejo Superior de Educación.
Para finalizar, no tenemos la más mínima confianza en el gobierno de Chaves. Si bien eliminó FARO, esto no lo convierte en amigo de la educación, todo lo contrario. Su perfil de ser un fiel sirviente de organismos internacionales nos lleva a pensar que tras eliminar FARO se viene algo aún peor como pruebas estandarizadas al estilo de la OCDE.
El PT se ha opuesto a las pruebas estandarizadas como FARO o Bachillerato, ya que este tipo de instrumento fomenta que los sectores más privilegiados se posicionen sobre los menos. Ya que es una misma prueba para todos, que no contempla las dificultades que los sectores más explotados de la sociedad enfrentan para estudiar y que termina incidiendo en las notas. Es decir que los colegios con más recursos salen mejor, aunque probablemente los colegios de menos recursos hacen más esfuerzo.
Las pruebas estandarizadas no significan una mejora en la educación. Se debe avanzar hacia un sistema de evaluación democrático y contextualizado, que surja de las experiencias y necesidades concretas de los trabajadores de la educación, la población estudiantil y sus comunidades.
Lo que se acerca
Eliminando Faro o depositando los salarios atrasados no se van a solucionar los problemas que tiene la educación pública. Estos son estructurales, tienen que ver con años de deterioro en el sistema público y el agudo desfinanciamiento. Con la situación económica del país, la regla fiscal no va a permitir que crezca el presupuesto y los problemas se seguirán acumulando.
A la vuelta de la esquina nos esperan mecanismos de financiamiento ligados a la evaluación por rendimiento. Es decir que se podría llegar a asignar el presupuesto a los colegios con mejores notas. Esto generaría una competencia entre las instituciones educativas por ver quien recibe más, dejaría a las instituciones de barrios marginales en desventaja respecto a los colegios de las zonas más pudientes. Profundizando las brechas que existen en la educación.
Es por eso que desde el PT advertimos que no debemos bajar la guardia, aunque cancelen FARO ni aunque el gobierno logre depositar todos los salarios que adeudaba. Chaves seguirá los planes del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional que amenazan la educación pública, sigamos el ejemplo de los años anteriores, solamente luchando en la calle estudiantes y trabajadores de la educación podremos defender la educación pública.