Desde el Partido de la Clase Trabajadora lamentamos profundamente el asesinato de
Kristtel Fernández Quesada de 21 años y de su hija de 4 años el pasado 17 de abril en
Limón.
A raíz de este violento hecho, el presidente Chaves no tardó en hacer mofa de la
forma en que los crímenes de este tipo se han vuelto cada vez más comunes, y
comentó de forma burlona sobre el cuento de «los muertos del día». Este comentario,
donde señala la idea de “unas muertas más”, resalta lo que ha sido evidente desde que
las denuncias de acoso sexual en su contra tomaron notoriedad, y es que para Chaves
las vidas de las mujeres y niñas de la clase trabajadora son desechables.
Además de ser cómplice de la violencia simbólica por medio del uso del lenguaje
misógino que trivializa las vivencias de niñas y mujeres de la clase trabajadora,
Chaves es uno de los autores intelectuales y ejecutores de las políticas neoliberales
que han desmembrado el tejido social y ha despojado a la clase trabajadora de
muchas oportunidades, empujándoles al borde de apenas sobrevivir. Ocasionado así
un aumento vertiginoso en las distintas expresiones del crimen organizado y de la
impunidad, lo que ya de por sí ha caracterizado estructuralmente la vivencia de las
mujeres en cuanto a las violencias que enfrentan en las democracias burguesas.
El asesinato de la niña de 4 años (el cual calificaría de femicidio ya que fue atacada
por para afectar a otra persona con la que tenía relación) y de Kristell Fernández es
responsabilidad directa de Chaves, su gabinete y sus políticas neoliberales que cada
día golpean más a la clase trabajadora del país. Siguiendo la tónica de gabinetes
anteriores, en marzo del año pasado el ministro de seguridad,Jorge Torres, le
aconsejó a las comunidades afectadas por el narcotráfico que le tocaran la puerta a
los narcos para pedirles que se fueran del barrio, dejando en claro que ven estas
graves situaciones como problemas individuales que cada comunidad o persona tiene
que resolver y no como una problemática social intencional causada por decisiones
que toman algunes cuantes.
A pesar de que este tipo de violencia parezca anómala, es producto de la inevitable
decadencia capitalista y prueba contundente de que para que la clase trabajadora
tenga una vida digna y se libere de este tipo de violencias hay que superar el sistema
actual que solamente engendra explotación y opresiones.
En estos contextos, muchas personas, informadas por los medios hegemónicos y sus
propuestas que solamente benefician a la burguesía, han apoyado “soluciones”
punitivistas y violatorias de todo tipo de derechos porque creen que les podrían
brindar algún grado de seguridad y justicia. En Costa Rica, hemos constatado el
problema de la violencia policial contra las comunidades populares e incluso actos de
brutalidad policial sin motivo contra personas en condición de calle y con
connotaciones misóginas contra mujeres de la clase trabajadora. A lo que se suma la
represión a la protesta social y la criminalización de las luchas.
Este es el caso de medidas como las implementadas por Bukele, quien solamente ha
empeorado la violencia contra la clase trabajadora, encarcelando a cientos de
personas y negociando con el narcotráfico y otras redes criminales.
Desde el Partido de la clase trabajadora apoyamos las medidas que mejoren la vida
de la clase trabajadora pero entendemos también que todas estas problemáticas son
producto del sistema capitalista en el que vivimos y condición necesaria para que
este se mantenga y se reproduzca, siempre a costa del proletariado. En el contexto
actual es necesario que las autoridades se tomen en serio el entendimiento y el
combate de las distintas expresiones de la violencia que se están articulando cada vez
más fuertemente en contra de las mujeres y niñas de la clase trabajadora.
Llamamos a las comunidades, sindicatos, partidos y organizaciones feministas a
condenar la violencia machista de la cual el gobierno de Chaves es directamente
responsable, y a la organización y movilización en contra del machismo y el
capitalismo.
¡Ni una menos, vivas nos queremos!
¡Por una vida libre de opresión y explotación para las niñas y mujeres de la clase
trabajadora!