La administración del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) inició un proceso de despido contra el dirigente sindical del Frente Interno de Trabajadores (FIT) de la institución, Fabio Chaves.
Pese a las diferencias abismales que tenemos con los métodos conciliadores y burocráticos de Chaves en su quehacer sindical, creemos que su eventual despido se trata de un nuevo caso de persecución que, de concretarse, representaría un fuerte ataque a la libertad de protesta que afectaría de conjunto a la clase trabajadora.
Las razones del proceso de despido
El dirigente sindical gozaba de un permiso entregado en mayo pasado para faltar al trabajo, con el objetivo de representar al FIT-ICE en negociaciones con la administración de la institución sobre recursos humanos y telecomunicaciones.
Pero después de que el ICE decidiera imponer la modalidad de salario único, Chaves renunció a su cargo el 17 de setiembre a la representación del FIT-ICE, lo que supuestamente dejaba sin efecto el permiso sindical y por ende debía volver a su trabajo a partir del 2 de noviembre, como capacitador del Centro de Aprendizaje y Desarrollo Empresarial (CADE), en Sabana Norte.
Según La Nación, el 8 de octubre, una carta remitida a Fabio Chaves le notificaba, oficialmente, la nueva situación, pero el funcionario continuó faltando al trabajo.
Según Chaves, la licencia sindical que le otorgó la administración vence el 31 de diciembre, como parte de un acuerdo tomado entre ambas partes y amparado por convenios con la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“Ese permiso me lo quisieron quitar a mediados de setiembre de manera unilateral, situación que no acepté ni acepto, porque siendo un contrato entre partes no puede romperse”[1], expresó.
Pese a este acuerdo, la jerarquía del ICE insiste en que violó la normativa al no regresar al trabajo el 2 de noviembre, por lo que según ellos, el despido procede.
¿Quién es Fabio Chaves?
Para nosotros , como Partido de los Trabajadores, está muy claro que el despido de Chaves sería un avance en cuanto a la persecución de los luchadores sociales que afectaría de conjunto a la clase trabajadora, tal como las sentencias contra Orlando Barrantes, el proceso contra los activistas del 8N o la condena de cinco años de cárcel para Paulina Briones.
Pero esto en ningún momento nos lleva a hacer una defensa de la figura de Fabio Chaves como dirigente sindical por los métodos burocráticos y traidores de conducir las luchas sociales. Tampoco avalamos su accionar violento, como cuando fue condenado a un año de cárcel por pelea en un bar.[2]
Él fue una de las figuras centrales del NO al TLC que desvió la lucha hacia el referéndum amañado, donde todas las instituciones del régimen junto con el empresariado favorecieron el SÍ. Además, en el mejor momento de movilizaciones (octubre de 2006 o febrero de 2007) no solo nos llevaron a dicho referéndum, si no que le entregaron la dirección del movimiento a un sector académico desligado de la clase trabajadora y que a lo más que aspiraba era renegociar el acuerdo.
Una vez aprobado el TLC, la dirigencia del FIT encabezada por Chávez nunca llamó a desconocer los resultados del referéndum ni mucho menos organizar la lucha, pese a que se imponía la agenda de implementación que hoy tiene al ICE subiendo las tarifas y camino a la privatización, para ver si acaso así puede sobrevivir a la competencia feroz que impone la ruptura del monopolio estatal.
En la actualidad, Chaves, junto con Albino Vargas, son los dirigentes reconocidos de Patria Justa, agrupamiento sindical que firmó un pacto con el gobierno del PAC y el Frente Amplio para imponer medidas antipopulares a los trabajadores.
Con este pacto no se enfrenta a fondo al gobierno y se opta por el camino del diálogo, el cual, como se ha demostrado en muchas ocasiones, es el preferido de las cámaras empresariales. Este tipo de acuerdos entre cúpulas partidarias y sindicales solo permite que el gobierno avance con sus medidas para cargar los costos de la crisis sobre los sectores populares.
La figura de Chaves es la de la conciliación con la patronal; del dirigente que toma las decisiones entre cuatro paredes junto con su camarilla, sin tomar en cuenta el criterio amplio de las bases. Es el burócrata que utiliza las amenazas y el matonismo para callar a quienes expresan sus diferencias con la manera antidemocrática de conducir el sindicato.
Si ya la campaña antisindical permanente de parte de los medios de comunicación y el empresariado tiene volcada la opinión pública contra las luchas de los trabajadores, figuras como Chaves y Albino ayudan a alimentar esa ideología contra los sindicatos que al final debilitan las luchas y hace que avancen los ataques contra las condiciones de vida del pueblo trabajador.
Por la defensa de la libertad sindical
Desde el PT llamamos a todos los sectores populares, políticos y sindicales a asumir la lucha por la defensa de la libertad sindical como una bandera prioritaria.
Casos como el de Chaves, Barrantes, o Paulina Briones demuestran la intención del Estado costarricense, mediante el gobierno Solís, de limitar y perseguir a aquellos que luchan por defender los derechos de los trabajadores.
Para que la defensa de la libertad sindical se asuma de manera profunda, es necesaria una mayor democracia a lo interno de las organizaciones sindicales para que las bases discutan y decidan el rumbo a seguir. Esto a su vez pasa por construir nuevas direcciones en las luchas que defiendan hasta el final los intereses de la clase trabajadora y exija el fin de la criminalización de la protesta.
[1] http://www.entornointeligente.com/articulo/7314192/COSTA-RICA-Fabio-Chaves-Hay-fuerzas-poderosas-que-quieren-conducir-mi-despido-11112015
[2] http://www.nacion.com/sucesos/Fabio-Chaves-condenado-carcel-golpiza_0_980301966.html