El drama de los inmigrantes centroamericanos que intentan llegar a Estados Unidos sigue agravándose. Desde octubre de 2013 hasta la fecha ya son más de 52 mil niños y el pronóstico es que lleguen a 70 mil hasta fin de año. Este número es 60% más que el año anterior y comparado con años anteriores creció más de 100%.
Estos miles de menores duermen en el suelo, dentro de jaulas. Muchos no reciben asistencia jurídica para enfrentar los procesos de deportación otros habrían sido sometidos a malos tratos por parte de los agentes fronterizos.
Semi-colonias del imperialismo yankee
La situación de los países centroamericanos es resultado de la política de colonización de la región por el imperialismo estadounidense. El saqueo realizado por Estados Unidos a través de los Tratados de Libre Comercio, las deudas externas y las Zonas Francas, así como sus políticas de seguridad, son en gran medida responsables de la pobreza y violencia que se vive en esos países.
A través de estos tres mecanismos, el imperialismo profundiza la dependencia de los países centroamericanos al punto de convertirlos en maquilas transnacionales, sin capacidad fiscal para invertir y combatir la pobreza, dependientes a nivel agroalimentario y expulsoras de cientos de miles de pobres y desempleados hacia otros países.
Pobreza, violencia y emigración
La pobreza es la otra cara de esa moneda. En Centroamérica, hay 26,5 millones de personas que viven en situación de pobreza, el 15% en indigencia.
Por ser ruta del narcotráfico a EEUU, el país con mayor consumo de drogas a nivel mundial, México y Centroamérica presentan altos índices de violencia. El Triángulo Norte de Centroamérica, conformado por Honduras, El Salvador y Guatemala, es la región más violenta del mundo, sumando 14.989 homicidios en 2013.
Buscando huir de la pobreza y la violencia, millones de centroamericanos ya han emigrado. 1,5 millón de guatemaltecos vive en el exterior, de los cuales 1,3 millón lo hace en EEUU. En el caso de los salvadoreños, son casi 3 millones que viven en el exterior, de los cuales unos 2,7 millones están radicados en EEUU. De los hondureños, poco más de 1 millón vive en EEUU.
Migración a EEUU y deportaciones
En Estados Unidos, de los 21 millones de inmigrantes originarios de Latinoamérica, se calcula que un 54,2% provenga de México y un 14,4% de Centroamérica. Hoy, de un total de 40 millones de inmigrantes, 11 millones son indocumentados. Estados Unidos deportó a un total de 368.644 personas en 2013, la mayoría a México.
La política de Obama
Barack Obama ha hecho al Congreso una solicitud de US$ 3,7 mil millones de dólares supuestamente para paliar la situación. Sin embargo, la mayoría de este dinero está destinado a más inversión en seguridad, o sea, más represión. Obama ha batido records de deportación de inmigrantes en sus años de gobierno, unos 2 millones desde 2009.
En distintos períodos el imperialismo incentivó la inmigración desde países latinoamericanos hacia Estados Unidos. Esos trabajadores son fundamentales para asumir empleos no calificados, como construcción, limpieza, trabajo en el campo, domésticas, meseros etc.
Además, como son obligados a aceptar cualquier trabajo y ganan menos que los trabajadores legalizados, terminan por presionar el salario de los trabajadores estadounidenses hacia abajo y aumentan las ganancias de la burguesía norte-americana.
Los gobiernos de Honduras, El Salvador y Guatemala reducen sus esfuerzos a un mayor control de fronteras y a una propaganda de ‘convencimiento’ de los jóvenes a no migrar. Al igual que Estados Unidos, también optan por mayor militarización de las fronteras.
La política migratoria estricta y represora no va a detener la migración de miles de niños y jóvenes de México y Centroamérica.
Luchemos en defensa de los inmigrantes
Es necesaria la unidad de todos los trabajadores centroamericanos, mexicanos y estadounidenses en la defensa de los inmigrantes.
Exijamos al gobierno de Estados Unidos que cese ya las deportaciones y la represión a los inmigrantes, en especial los niños que llegan desacompañados, que deben ser liberados ya y entregados a sus familias.
Que todos los indocumentados sean legalizados inmediatamente, que todos tengan derecho a papeles. También exijamos al gobierno mexicano garantice el paso y la seguridad de los migrantes desde su frontera sur hasta la frontera norte.
La solución real a esto empieza por liberar a los países latinoamericanos del yugo del imperialismo estadounidense y de la explotación a que este somete nuestros pueblos. Para esto se necesita dejar de pagar sus deudas externas, romper los Tratados de Libre Comercio, abolir las Zonas Francas e invertir los recursos generados por estas medidas en generación de trabajo, salud y educación.