Desde el Partido de los Trabajadores hemos impulsado el festejo por nuestros 15 años de una manera diferente. En esta ocasión queremos recordar la trayectoria que nuestras y nuestros militantes jóvenes han tenido durante estos últimos 15 años de existencia. Creemos que recordar las principales luchas en las que participamos, las que impulsamos, los métodos utilizados, los triunfos y las derrotas, fortalecen el seguir cumpliendo con nuestro principal objetivo, colocarnos como la mayor fuerza política revolucionaria en el país, dispuesta a seguir organizando a la clase obrera explotada y oprimida en Costa Rica junto a la Liga Internacional de los Trabajadores (LIT).
Como recordábamos en otros artículos, hace 15 años un pequeño grupo de jóvenes que sale del Movimiento de Trabajadores y Campesinos, decide fundar en conjunto con la LIT un partido diferente en Costa Rica, de tipo bolchevique y con centralismo democrático, sección oficial de una corriente internacional, en este caso la LIT. Es entonces en el año 2005 que este grupo de jóvenes que ya estaban en la Universidad de Costa Rica siendo parte de la conducción de la Federación de Estudiantes de la UCR (FEUCR) de parte de la corriente estudiantil CONVERGENCIA, que se embarcan en la dura tarea de construir el Movimiento al Socialismo (después Partido de los Trabajadores).
Las primeras experiencias comienzan en ese año 2005, cuando se empezaban a dar las discusiones sobre el Tratado de Libre Comercio (TLC), en ese momento al tener la conducción de la principal federación estudiantil, la tarea central que tenían estos jóvenes era ponerla al servicio de una gran batalla contra el neoliberalismo de Oscar Arias y el resto de la derecha, quienes en ese momento ofrecían a la población carros y computadores, mientras que la FEUCR en conjunto con el resto del movimiento social se disponía a luchar contra la venta descarada del país al imperialismo estadounidense.
La FEUCR en ese momento organizó campañas informativas y mucha agitación contra el TLC, tanto a lo interno de la universidad como a lo externo. En aquel momento militantes del MAS eran parte del Consejo Universitario, en la representación estudiantil, y desde ahí impulsaron la posición oficial de la universidad, la cual fue elaborada con política del partido. Parte de las experiencias, además, fue impulsar el paro activo en la universidad mediante una comisión donde formaran parte estudiantes, sindicato, profesores, administrativos, en ese momento era central que a lo interno se discutieran las implicaciones que tendría el tratado, y la necesidad de colocarnos del lado del “NO al TLC”. Además de este giro interno en la universidad, la FEUCR de ese entonces fue parte activa de los comités de lucha cantonales, estuvo al frente de muchos bloqueos de ruta y de grandes movilizaciones, que ya empezaban a darse en conjunto con la población.
Ese mismo año, se vino otra lucha muy importante a lo interno de la universidad, y fue por las condiciones de estudio de las y los estudiantes de Ciencias Sociales. Para nadie era un secreto que el edificio anterior era inhabitable, hasta institucionalmente declarado así. Las grietas en las paredes, las condiciones de algunos cubículos, entrada de agua al edificio cada vez que llovía, poniendo en riesgo tanto al edificio, como al sector administrativo y a las y los estudiantes que frecuentaban. Fue así como, la FEUCR en conjunto con el Consejo de Estudiantes de Sociales (CES) y estudiantes de la facultad, en asamblea, decidieron tomar el edificio y exigir mejores condiciones, en concreto un edificio nuevo. Fue una toma que duro pocos días, pero que sentó un precedente en la exigencia de mayor presupuesto para mejorar las condiciones de las y los estudiantes. La lucha salió victoriosa, y la rectoría de ese entonces, acordó la planificación y la construcción de un edificio nuevo para Ciencias Sociales.
Las luchas que se gestaban en la UCR en ese año, comenzaron a ser un espacio de debate permanente, y sobre todo de organización democrática muy importante. Las lecciones que se empezaban a tener y las que ayudaría a enfrentar los siguientes dos años de lucha por el NO al TLC, sentaron la base de la democracia obrera. Sólo haciendo las más amplias discusiones en las asambleas, donde se ejecutaba lo que la mayoría votaba, garantizó una cohesión importante del movimiento estudiantil y también del movimiento social que se unía.
El año 2006 se tiño de amplias movilizaciones y bloqueos contra el TLC. La lucha empezaba a ser más efervescente, y junto al movimiento social más fuerte y cohesionado, se libraba una batalla ideológica muy dura contra la burguesía que tenía al servicio todo el aparato estatal, medios de comunicación y al sector empresarial. El movimiento del “NO” creció, había mucha heterogeneidad, muchos partidos políticos, activistas, comités de lucha, donde lo que primaba era el método asambleario de toma de decisiones.
Así como el año anterior, en la U se libraban batallas internas. Se empezaban a sentir recortes, entre ellos a cupos de muchos cursos. Así que, con la FEUCR al frente, y militantes del partido en su conducción, se impulsa la primera toma del edificio de rectoría. La principal demanda era la apertura inmediata de más cursos y la cobertura de la demanda completa de cupos para estudiantes ese año, carreras de ingeniería, idiomas, ciencias básicas, entre otros. Los métodos radicalizados demostraban que así es como se ganan las batallas.
Fue ese mismo año 2006, que un sector de estudiantes de tecnologías en salud comenzaban a dar peleas contra la dirección de su escuela. En ese momento, dichos estudiantes no contaban con espacios adecuados para recibir clases, había un faltante importante de cupos, muchos abusos de parte de la administración, entre otros. Fue entonces que, en asamblea estudiantil, nuestros militantes impulsaron otra vez la toma del edificio de rectoría, la cual fue votada y ejecutada durante una semana. La presión que se hacía a la rectora en ese momento era central, sin embargo, después de unos días se decidió trasladar la toma al edificio existente de Tecnologías en la Salud, y durante un mes las y los estudiantes batallaron por sus exigencias. En este caso también, la lucha salió victoriosa, se quitó la directora de la escuela, se abrieron más cupos y, además, se acordó la construcción de un edificio nuevo para la Escuela y todas las carreras que tiene.
Al llegar al año 2007, la dura batalla contra el TLC se enfrentaba con el referéndum. Pero, además, con una ofensiva del gobierno contra la universidad, al atacar duramente la autonomía universitaria, planteando que la institución no debía posicionarse en contra del TLC y tampoco usar fondos propios para la propaganda por el NO. Con esto la batalla era aún más dura, cuando al directorio de la FEUCR que dirigía el partido, se le congelaron los fondos. Aun así, al pelear contra ese obstáculo, la presencia que se tenía en los comités patrióticos, en la conducción de bloqueos más radicales, en enormes movilizaciones a casa presidencial en contra del tratado, seguía demostrando la fuerza acumulada contra la burguesía. Y fue así que se enfrentó el referéndum, del cual la FEUCR siempre fue clara en que era una trampa confiar únicamente en la votación ese día y que era un error confiar ciegamente en que ganaría el NO, centralmente porque jugábamos en el bando de la burguesía, en un escenario que con seguridad harían de todo para ganar, como el fraude. Posteriormente el llamado fue a desconocer la firma, por lo fraudulento del proceso.
La pérdida del referéndum resultó ser un duro golpe para el movimiento social del país, sin embargo, nuestro partido siguió conduciendo la federación, teniendo claro el balance de la lucha y las tareas tan grandes que se venían contra la arremetida neoliberal, con ataques a la universidad y a las instituciones públicas en general. El 2008 se tiño de movilizaciones también, desde la FEUCR se participó de muchas, incluidas las de la huelga del sector docente del país, que dicho sea de paso fue la primera huelga que derrotó al gobierno después del gane del referéndum, donde se exigía la equiparación salarial del magisterio al del resto de profesionales del sector público.
Para el año 2009, nuestro partido seguía al frente de la conducción de la FEUCR. En ese entonces se libraban batallas que atentaban contra el presupuesto y su ejecución interna. Desde el aparato federativo impulsamos una gran reforma de becas, que tenía como objetivo central dejar de ver la beca como un privilegio, si no como un derecho de las y los estudiantes. Por medio de asambleas de becados impulsamos la reforma, la cual fue defendida a lo interno con mucha fuerza, y que sostenía mayor monto para ayuda socioeconómica, quitar las horas beca como un requisito para obtenerla y mayor inversión en guarderías infantiles.
Fue también en el año 2009 que se condujo la organización de la lucha por el 8% del PIB para la Educación Pública. Desde el partido en la FEUCR se organizó un gran Encuentro Nacional de Estudiantes de secundaria y universidades, incluidas sedes y recintos, otras federaciones estudiantiles, consejos de estudiantes; esto para lograr mediante organización y lucha presionar al gobierno por ese cambio constitucional al presupuesto, finalmente este cambio se logró, aunque en la realidad el gobierno nunca ha cumplido con esta reforma a la constitución. No debemos olvidar que fue en el 2009 la principal lucha contra el proyecto de minería abierta en Crucitas. La FEUCR, junto al movimiento social, se puso a disposición de lucha, y logró frenarse este nocivo proyecto.
Para el año 2010, nuestra militancia en la FEUCR impulsó una lucha importante por el presupuesto universitario. Desde el gobierno y las rectorías traidoras se planteaba bajar el FEES y no garantizar mayor presupuesto. La lucha se organizó desde mucho antes de la firma, mediante asambleas por facultad, alianza con el sector de trabajadores de la universidad, movilizaciones y mítines dentro y fuera de la universidad la lucha política no cesaba. Se juntó con una clara violación de parte del gobierno a la autonomía universitaria, cuando ingresó el OIJ al campus de la UCR, lo que encendió más la chispa estudiantil contra el gobierno. La lucha planteaba que se debía garantizar una negociación quinquenal (2010-2014) del FEES que culminara con el 1.5% del PIB. Fueron las rectorías quienes de forma traidora firman un acuerdo menor a espaldas de la comunidad universitaria, lo que llevó a que desde la FEUCR se impulsara junto con el movimiento estudiantil nuevamente una toma del edificio de rectoría. Aunque posteriormente, el acuerdo de llegar a ese porcentaje quedó firmado en papel, el gobierno y las rectorías en complicidad con las federaciones más a la derecha, nunca han cumplido con el rol de defensa de ese porcentaje.
Es para el año 2011 que una camada de jóvenes que ya habían hecho la experiencia en el movimiento estudiantil salen de la universidad a entrar al mundo de las y los trabajadores del sector público. Este año, nuestra militancia organizó una tendencia de oposición dentro del sindicato ANEP que le disputó la dirección a Albino Vargas, conocido por su caudillismo dentro del sindicato y la burocracia que tiene instalada. Aunque fue la primera vez que esto sucedía con 20 años de Albino en ANEP, el papel de nuestra militancia, construyendo una tendencia de base, democrática y combativa, resultó muy positiva, y aún hoy es reconocida como una oposición a la que Albino teme y por eso ataca con todas sus fuerzas, pero esto lo desarrollamos en otro artículo.
Fue en el año 2012 que la militancia del PT impulsa dentro de la FEUCR, la FEUNA y la FEUTN, una batalla por unificar las luchas del movimiento estudiantil. Es por esto que impulsamos el Encuentro Nacional de Estudiantes Universitarios, donde participaron todas las universidades públicas, sedes y recintos, y se votó una serie de consignas y ejes de lucha necesarios para la defensa, no sólo del presupuesto, sino de la autonomía universitaria, de la democratización del movimiento estudiantil y, además, de la necesidad de ser aliados en las luchas de la clase trabajadora. Fue para ese año, además, que desde la FEUCR se acompañó la lucha de los campesinos de Medio Queso, poniendo al servicio de la lucha campesina al aparato federativo.
El 2012 fue último año en que CONVERGENCIA se posicionó como conducción de un aparato federativo, y es un hecho que trascendió a ser la única corriente estudiantil universitaria que, mediante lucha y métodos combativos, garantizó victorias al movimiento estudiantil, además de tener como prioridad las y los estudiantes. Pero, además, fue la corriente que le devolvió a la izquierda el aparato que por años había sido cooptado por la derecha universitaria y utilizado como trampolín para llegar al poder ejecutivo o a la asamblea legislativa. Además, que colocó en el movimiento el método de la democracia obrera. Colocó la necesidad de que la toma de decisiones dentro del movimiento se diera mediante el método asambleario siendo la mayoría la que decidía sobre la lucha. Estas son las principales lecciones que deja el partido durante los años que condujo el movimiento estudiantil.
A partir del año 2013 hasta la actualidad, el ascenso del reformismo y el progresismo con PROGRE y ALTERNTIVA a la cabeza, además del ascenso del autonomismo, ha fulminado el carácter de lucha del movimiento estudiantil, y nuestra principal tarea en estos últimos 7 años ha sido la batalla interna, sobre las consecuencias que ha tenido esto y la necesidad de que vuelva la verdadera izquierda a la conducción de los aparatos federativos. Hemos impulsado asambleas de base, organización que le dispute a estos sectores su complicidad con el gobierno y las rectorías y que utilicen los aparatos de las federaciones para llegar a puestos en el gobierno; o en el caso del autonomismo su posición sectaria de disputa de los aparatos federativos, además de sus métodos burocráticos, espontaneistas y antidemocráticos cuando han tenido diferencias con corrientes trotskistas como la nuestra. Esas actitudes que hemos combatido, han ocasionado una profunda desmoralización del movimiento estudiantil. Un caso concreto de esto fue la lucha que se impulsó el año 2019 con el Frente Autónomo Interuniversitario y las tomas de varios edificios en las universidades, de lo que ya hoy no queda más que el nombre.
En el año 2018 tomamos un papel muy importante como partido revolucionario al lado del pueblo nicaragüense, en su mayoría jóvenes universitarios exiliados en nuestro país, a quienes acompañamos y debatimos sobre la dictadura que vive su país. Nos colocamos como la juventud consciente del proceso represivo que vivían y contribuimos con la denuncia y la organización mediante comités a lo interno de la universidad.
Por otro lado, desde el 2015 hasta hoy nuestra juventud se ha dado a la tarea de acompañar uno de los procesos más importantes del Partido de los Trabajadores, y es volcarnos a la organización de la clase trabajadora en el sector privado. Hemos acompañado múltiples luchas en el sector de construcción, en el sector agrícola, el sector de displays, el sector fabril o la organización de las y los trabajadores tercerizados de limpieza. En definitiva, la juventud del PT ha sido parte de un proceso muy importante contra la dictadura del sector privado que se vive en nuestro país, y que hoy el sindicato SITRASEP es de los pocos sindicatos independientes de la patronal que impulsa esta dura tarea.
Finalmente, creemos que de todas las experiencias que nuestra juventud ha vivido en estos 15 años de existencia, debemos sacar las principales lecciones, las críticas a los errores, pero sobre todo la satisfacción de que nos hemos colocado como una juventud combativa, revolucionaria, que impulsa métodos democráticos en el movimiento social y que está dispuesta a apoyar la gran tarea de la organización de la clase trabajadora, tanto en el sector público como en el sector privado. Hoy más que nunca es urgente que la juventud se organice y enfrente la peor de las crisis económicas, políticas y sociales en décadas. El Partido de los Trabajadores, su juventud, y la Liga Internacional de los Trabajadores, se pone al servicio de esta tarea.