- Para garantizar que todos los jóvenes puedan completar una secundaria de calidad a pesar del costo de la vida y mejorar las condiciones de trabajo de los trabajadores de la educación
Actualmente en el país se vive una gran crisis del sistema educativo provocada por una combinación de desfinanciamiento de la educación con un salto en el deterioro de la situación económica de las familias trabajadoras.
Los ochentas, noventas, e inclusive la presente década del 2000, han sido décadas de recortes e inversión insuficiente para la educación. Según Ángel Ruiz1, estudioso del tema y profesor de la UCR, basta comparar como el país, tras tener un aumento sostenido en dinero para educación durante los 60s y 70s, logra universalizar la educación primaria y llega a asignar un 5,73% del PIB en el 79.
Mientras que en el marco crisis económica de los 80s y las políticas del FMI para pagar la deuda y recortar el presupuesto social, la inversión en educación se recortó y se mantuvo congelada entre un 4% y 5% del PIB por dos décadas. No alcanzando el monto del 79 hasta 20 años después a finales de los noventas.
Esta política de desfinanciamiento sigue vigente hoy. El mejor ejemplo es cómo a pesar de haberse votado una reforma constitucional para que los gobiernos destinarán un 6% del PIB para la educación en el 97, esta solo vendría a aplicarse más de 10 años después en el 2009.
Este desfinanciamiento es la causa de que hoy el porcentaje de estudiantes en edad de cursar el décimo y undécimo, que efectivamente lo está cursando según el ultimo Estado de la Educación , sea apenas de 46%. Tan solo 6 puntos más que en los años ochenta donde era de 40%. Es decir, que luego de 30 años, un 54% de los jóvenes siguen estando impedidos de terminar el colegio.
Otra de las grandes deudas originadas por el desfinanciamiento es la inexistencia de guarderías para atender a la población menor a los 4 años. Esto no sólo genera una gran desigualdad en el desarrollo educativo de los hijos de la mayoría trabajadora, que no puede pagar un servicio privado, sino que también empobrece a sus familias pues generalmente la mujer tiene que dejar de trabajar, colocarse en empleos de menos horas y menor remuneración, o directamente asumir ambas.
La educación superior pública, por otro lado, ha mantenido congelado su alcance a un pequeño sector dentro de la reducida población (40%) que logra concluir la secundaria. Esto según el III Estado de la Educación.
En el mismo informe se aprecia como esta desigualdad es más intensa si se considera a los jóvenes de 18 a 24 años provenientes de familias con menores ingresos, donde la asistencia a la universidad ronda entre un 5% y un 22% para la pública y entre un 5% y 15% para la privada.
Los trabajadores de la educación tampoco escapan al deterioro educativo. Conserjes, personal de mantenimiento y cocina y profesores reciben su salario atrasado todos los meses, son mantenidos como interinos por décadas a pesar de la necesidad de personal y no se les reconoce el pago muchas de las funciones que realizan fuera del aula no se les asigna una jornada completa para mantenerse.. Como si esto no bastara actualmente están en la mira del gobierno para recortar una serie de conquistas salariales mediante la política de salario único y de aplicación de evaluaciones de desempeño.
Este desfinanciamiento es responsabilidad de los gobiernos empresarios pues no reconocen el derecho de los jóvenes completar una educación de calidad que logre contribuir a mejorar sus ingresos y nivel de vida.
Su criterio ha sido más bien relegar la importancia de la educación a cuestiones como el pago de la deuda, congelar el gasto educativo e invertir sólo lo suficiente para formar un cierto número de obreros, técnicos y profesionales demandados por las cámaras empresariales, mientras se deja al resto de la juventud desamparada ante el desempleo, el costo de la vida y el empleo precarizado.
El PT propone:
- Por un aumento de 10% del PIB para la educación pública general para:
- Superar el déficit de infraestructura educativa, reducir el promedio de alumnos por clase y aumentar los tiempos de comida gratuitos para comedores en primaria y secundaria.
- Pasar al personal interino a propiedad y ubicarlo con jornadas completas donde haya más necesidad de personal y sobrepoblación.
- Por la creación de un sistema de guarderías completamente público y gratuito para menores de 4 años.
- Por una reforma curricular e inversión que logre una educación laica y con alto contenido técnico, de idiomas, científico, artístico y deportivo
- Por el fortalecimiento de la educación técnica y los liceos nocturnos como opciones para los trabajadores jóvenes.
- Por la completa independencia de la educación técnica de los intereses de las cámaras empresariales y su subordinación al desarrollo de una industria estatal planificada.
- Por más presupuesto para que las universidades públicas reciban más estudiantes provenientes de la clase trabajadora y los sectores populares
- Por un incremento en las becas AVANCEMOS que financie pasajes, alimentación y útiles escolares a más estudiantes. Con una fiscalización directa de juntas de padres electas democráticamente en cada colegio.
1 Ruiz, Angel. “Universalizacion de la educaciónn secundaria y reforma educativa”