Para frenar la crisis de inversión estatal en servicios y obra pública el PT propone suspender el pago de la deuda y utilizar esos miles de millones en solventar las postergadas necesidades del pueblo trabajador
Desde el Partido de los Trabajadores venimos denunciando que la falta de inversión pública, la crisis de las carreteras y los tarifazos en los servicios públicos son consecuencia de la crisis de ingresos fiscales del estado.
El plan de este gobierno para enfrentar dicha situación, ha sido financiar sus gastos más básicos a base de mayor endeudamiento y estrujar a los estatales, a los trabajadores y al pueblo pobre con más tarifazos, concesiones y ajustes a los estatales.
Cabe destacar que ninguno de los demás partidos ha denunciado esta política de ajustar y endeudar a lo largo del gobierno de Laura. Hoy todos, a excepción del PT, dan por un hecho que el país siga destinando un tercio de todo su presupuesto para pagar la deuda pública.
Ninguno se atreve a cuestionar como es que hemos llegado al punto de tener que financiar un 40% de gastos básicos del estado, como salarios, pensiones, y hasta los mismos intereses de la deuda, con más préstamos.
El carácter pro empresarial de la deuda y el derecho del pueblo trabajador a negarse a pagar
Nuestro país siempre ha mantenido altos niveles de endeudamiento y siempre ha tenido que dedicar altas proporciones de su presupuesto para pagarla.
Las fuentes de dicho endeudamiento no solo han sido externas, como capitalistas, bancos y organismos internacionales. Muchos de los préstamos del estado también han provenido de instituciones como la CCSS, el ICE, RECOPE y el AYA. Esta deuda interna ha debilitado nuestras instituciones y hoy es urgente recuperar estos fondos para fortalecerlas.
El endeudamiento crónico del país es la lógica consecuencia de los grandes beneficios fiscales, exoneraciones del impuesto de renta a las zonas francas, la tolerancia a la evasión fiscal y del libre comercio.
El dinero que se ha dejado de recaudar por tres décadas a causa de estos subsidios que enriquecen a las grandes empresas, es dinero que todo el pueblo trabajador ha tenido que pagar, con creces, en forma de intereses y cancelamientos de la deuda.
Este pago ha sido arrecostado sobre pueblo trabajador mediante mayores impuestos, recortes en el gasto social, en la obra pública, y también mediante la privatización, vía concesión, de mucha de la obra y los servicios públicos.
Nuestra propuesta
Creemos que el pueblo trabajador tiene derecho a negarse a seguir pagando esta deuda que lo empobrece cada día más. No solo por ser el que produce la riqueza de estas empresas, sino, también, por ser el principal sostén financiero de este estado que les permite seguir lucrando a las empresas sin pagar impuestos.
Es un hecho que frente a la crisis económica, y el muy probable encarecimiento de los intereses de deuda, los partidos burgueses no son capaces de conciliar el carácter de paraíso fiscal del país con el financiamiento de sus funciones más básicas como estado.
Esta es de fondo la raíz de la crisis en la provisión de servicios estatales y de los planes de ajuste que padecemos hoy los trabajadores.
Como Partido de los Trabajadores exigimos que se suspendan los pagos de la deuda. Esto no es imposible como lo demuestra el hecho de que diversos gobiernos desde los ochentas la hayan declarado bajo presión popular.
• Que se suspendan los pagos de la deuda y se haga una auditoría, con participación de representantes del pueblo trabajador. Que esta determine cuánto de esta le corresponde a instituciones del estado y cuanto a los banqueros y capitalistas, para así determinar qué y a quien se le paga.
• Que el dinero que recupere el estado mediante esta suspensión se invierta en un plan de obras públicas e inversión social estatal que genere empleo, que resuelva la crisis de inversión en las carreteras, la CCSS y la educación y que le permita al estado volver a financiar todos los servicios concesionados luego de su re estatización.