Durante la última cumbre de la Alianza del Pacifico (AP) la mandataria Laura Chinchilla firmo la declaración de adhesión a dicha alianza, con la cual comienza la ruta para integrarse al bloque de países conformado por Chile, México, Perú y Colombia, quienes trabajan impulsando relaciones con la región Asia-Pacífico.
Estas 4 naciones actualmente representan casi el 40% del PIB de América Latina, su tasa de crecimiento fue del 5% en el 2012 y representaron el 50% del comercio exterior de la región en ese año, los miembros del AP se caracterizan por ser los que tienen más acuerdos de libre comercio y figurar entre las economías más competitivas de la región.
Y es que dentro de esta cumbre de la AP se firmo un protocolo comercial que elimina los aranceles del 92% de los intercambios de bienes y servicios, lo que la consolida como una zona de libre comercio absoluto, significando una agresiva apertura comercial y alta competencia que afectaría principalmente el sector industrial y agropecuario nacional.
La entrada del país a la AP y el eventual cumplimiento de sus acuerdos, son la antesala para la incorporación del país al Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP). El año pasado durante la visita del presidente Obama, el gobierno de Costa Rica aprovechó para reiterar su interés de integrarse al TPP “porque impulsa la competitividad, la integración regional y la participación en las cadenas globales de valor”.
El TPP ha sido fuertemente cuestionado en muchos países porque sus negociaciones son secretas y solo participan los grandes sectores empresariales. Lo poco que se conoce de los términos de negociación, es por información que se ha filtrado; como el capítulo de propiedad intelectual que amenaza con generar obstáculos a los medicamentos genéricos, obstáculos al acceso al conocimiento y la cultura, obstáculos a los derechos de los consumidores y limitar los derechos humanos en internet.
Estos dos acuerdos se están negociando y firmando bajo condiciones antidemocráticas y de secretismo, donde la mayor parte de la población desconoce los términos y condiciones.
De igual forma tanto el AP y TPP continúan siendo parte del modelo entreguista que han desarrollado los últimos gobiernos en Costa Rica con los TLC´S, que lejos de beneficiar al país solo han profundizado la miseria, el desempleo, pobreza y desigualdad dentro de la clase trabajadora, dejando un país cada vez más dependiente de la importación, con un severo endeudamiento y problema fiscal.
Los candidatos a la segunda ronda electoral se han manifestado a favor de esta alianza, con lo que continuarán trabajando por la incorporación del país. Tanto Araya como Solís anteponen una vez más los intereses de los empresarios sobre los del pueblo trabajador.
¡No a la integración a la alianza del pacifico!
¡Rompamos con los TLC´S y recuperemos el control de la política comercial y fiscal del país!
¡No más dependencia de los grandes capitales imperialistas!
¡No vote PAC ni PLN: preparemos la lucha contra los ataques del próximo gobierno!